Título

No hay donde escribir:

La arena y la piedra, desintegradas:

Los pétalos de las flores, devorados:

Los cráneos son propiedad privada:

El aire, siempre vago, desvanecido:

Ah, pero estos latidos impropios:

Estos temblores de luz corrupta:

A la vera de una hoja en blanco

tiembla un cuerpo desnudo.

La tuerca vieja

Poemas viejos, como imperios viejos:
sepultados en el codo de la fragua virgen:
quién en todo se remolca hacia mí:
viejo, viejo soportar de luces doradas:
seca sobre la mano la semilla del día:
triste sobre la riestra olorosa la madre triste:
de tierra los caminos, de fuego el viento:
ningún testigo para recordar el grito:

de viejos truenos, poemas viejos:
en la punta de la boca
o en la sangre del dedo.