25.5.16

Fórmula de la tristeza

Soledad: Boku no da: @silencio: luna cruzada sobre madera:
anatemas y fuego: inmateria desfasada: nueva reencarnación de lo etéreo:
chamán: dolor: mimbre: colmena: aguja: merecimiento:
π=pi=3,1415926: inicio: originación: tragedia: 2+2: locura:
sentimiento de descarga: pascales: dios desollado: cabras de oro:
2%: del abismo: si desaparece es inútil: existe: desaparecido:
abismo sobre abismo y piedra sobre F= soledad infinita:
llueva: trueno rajado: tormenta con cicatriz: mi medianoche:
corona: sangre inútil: algoritmo cerrado: cortado en dos el lenguaje se despierta:
Y es tan tarde que sólo desea la muerte: Cae el alba como un cadáver:
Yace el lenguaje con la mano sostenida: Anión monovalente: CN.
Oscuridad por siempre y para siempre.
Amén.

23.5.16

El poema más bello de la tierra

Detrás del oído hay una boca
que oye y no habla:
Las mandíbulas apretadas en perenne desolación,
los cuartos traseros hechos de cuarzo,
la dentadura reforzada
con acero martensítico envejecido,
los tendones llenos de aceite sintético:
Y sin embargo, en esa coraza sólo entra la lógica:
Un rey sin cabeza, un mendigo sin manos:
Las analogías son variadas y fáciles de encontrar:
Lo difícil del asunto es golpear en el nervio
de manera que se doble de tristeza:
O patear la caja torácica hasta que se hunda de amor:
Y de ello sacar palabra alguna:

Mas el rey desposeído, el sin consciencia, el supremo,
deja gacha su cabeza ante las miles de doncellas
que sin alma se quitan la piel para su deleite:
No eleva la voz cuando los jóvenes
se parten los labios en besos como puños:
No tiembla cuando el bufón de la corte,
un poeta oloroso a tinta y muerte,
le recita el poema más bello de la tierra:

El, quien sobre nosotros reina,
oye finalmente a la boca tras su oído hablar:
Levanta el pesado brazo de metal y apunta hacia alguna parte:
Y, por primera vez con sentimiento alguno,
lleno del fuego inviolado,
el fuego libre de humanidad,
dicta sentencia:
Córtenle la cabeza al poeta.

20.5.16

Última palabra, sueño de otoño

Despertar, el interior hirviendo, la cabeza seca:
Buscando el final del humano te encuentro cerca de mi tumba:
Vistes negras hojas secas, negras pieles de muertos:
Y sin embargo no hay opacidad en tu estar:
Te crecen árboles de los ojos, te caen grosellas de la boca:
Y no mueves los ojos:
tiesos como la última pregunta que te embarazó de pena:
Me miran porque tengo cuerpo:
Me miran porque te sueño:
Abro la boca seca, olorosa a lodo:
Apenas se despegan los labios para sisear un dolor:
Si me recuerdas, háblame:
En esta noche que revienta de silencio, dime una estupidez,
lo primero que te venga a la cabeza:
Tú, reina viva, reina muerta:
A este recoveco del mundo la luz no llega
porque no la he nombrado:
Habla, de estrellas inútiles, de senderos mudos,
de ríos estancados en su infinitud:
De lo que quieras, pero habla, nombra:
Porque lo que tu boca bautiza existe:
Porque yo trato de olvidar la palabra,
trato de dejar mi fantasía humana:
Pero antes de desaparecer hacia la conciencia pura,
dame una palabra, cualquiera,
nube, feldespato, arena, grasa, azul, tristeza:
para poder atarla a tu recuerdo,
que crecerá como generoso árbol:

Y bajo su sombra yaceré consciente por siempre,
sin humanidad,
aferrando el último significado que me diste.

12.5.16

Creación infinita de espadas

Inspirado por Emiya Shirō

Por el camino desciendo, un brazo destrozado:
La sangre no cesa, y va dejando su marca,
casi indefinible en un camino que es quizá más rojo:
Tierra de hierro, cuerpo de espadas:
Una tuerca infinita se eleva sobre mi cabeza,
y refleja mi roja sombra sobre el rojo camino:
Polvo que se levanta y está hecho no de granos,
sino de lágrimas detenidas en el tiempo:
Camino porque hay adelante lo que me espera:
Detrás mío se eleva una voz familiar:
-Ey, ese lugar al que vas es el infierno.
Su pena es como mía,
pero distinta: No tiene fe, está libre de esperanzas:
Sigo:
Al costado del camino una mártir trata de sostener
un corazón de cristal que se le quiebra entre las manos:
Tiene una loba de sayal corroída por el dolor,
las polillas le comieron los sueños:
No me detengo, aunque me duela, y la voz:
-Ey, hacia donde te diriges es el infierno.
Piso unos huesos, creo que son de vaca:
La osamenta observa con los ojos de abismo:
Los gallinazos se rascan con los picos
esperando al próximo en caer:
Es un niño, que se tambalea en medio del camino,
dice buscar a su madre:
Comprendo que la vaca era su madre,
e impotente sigo mi camino: Pero la voz:
-Ey, hacia donde vas se encuentra el infierno:
Cerca de mi destino me detengo para tomar aire:
Pero no hay aire para mi cuerpo roto,
hecho de espadas y óxido e ideales degollados:
Estoy cerca, y observo bien el lugar al que voy:
Y la voz detrás mío:
-El lugar al que vas es el infierno.
Y propio de mí pero incapáz de detenerme a no ser,
comprendo todo:
Quien me advierte de mi destino soy yo mismo:
Quien me espera en mi destino soy yo mismo:
Sonrío, como sonríen los derrotados,
incapaces de hacer nada:
Presiono los pies sobre esta tierra roja, tierra de nadie,
y camino sin destino,
Desterrado de mí,
esperándome en lugar ninguno.

10.5.16

Si no hay comas es porque no existen

estoy sentado con la nuca hecha hielo dos migas de pan se caen no las levanto porque no son importantes y uno es como las migas de pan pero en el gran esquema del mundo se escapa uno con la ilusión y la mentira de creerse importante pero de nuevo uno cae como las migas de pan y no sabe si fue miga o pan y no importa porque alguien lo barre esa es la importancia de las preguntas ninguna porque se barren el ser o los miles de conceptos o cientos que no estoy para contarlos que se tienen sobre lo que es ser se barren con un poco de realidad pero realidad es un concepto nada complicado desconocido decimos realidad a esto a lo que suponemos objetivo y ni siquiera lo objetivo existe la realidad no existe esto ya se dijo varias veces pero parece que a nadie le interesa y dicen vos no ves la realidad de las cosas por eso sos un fracaso y en realidad oh ironía uno fracasa porque conoce la realidad de las cosas sabe que no existe que ese umbral no ha sido ni será traspasado por nadie porque no existe el umbral no hay un afuera no hay lo real lacaniano porque si no se puede conceptualizar decir que es lo real es conceptualizarlo y entonces ya no hay nada ni siquiera nada es mejor quedarse callados o sin gastar tinta porque eso que de ahora en más omitiré nombrar no se puede nada y pienso en lo sujeto que está el hombre a las definiciones para no caer en el horror imaginen un mundo indefinido con nociones extranjeras a nuestro simbolismo y nuestro lenguaje no pueden porque no podemos imaginar lo que no existe y sin embargo podemos sentir la angustia que algo así podría causarnos por qué ni idea será que lo simplificamos en nuestra mente y lo pensamos como un cuadro de rembrandt o algún mal sueño o fobia que tengamos y el horror entonces está en lo que no se ha nombrado ni se ha de nombrar jamás y ese horror es entonces inaccesible a menos que de repente la humanidad entera pierda el sentido de los simbólico y del lenguaje y lo nombrado se revele y se des-nombre y las cosas vuelvan a ser lo que eran antes de que aprendiéramos a encerrarlas en palabras y conceptos y nos enseñen lo que es existir sin nombre lo que es no existir

Lo que no alcanza

No me busques con tus ojos humanos,
pues no sabré qué decirte:
En la infamia del callado motor nocturno:
Te sueño como un pedazo de titanio,
como un argumento asmático,
como una diosa sin consorte:
Tu belleza secular, dolorosa:
Reposada por encima del pensamiento
pero por debajo del deseo:
Todas las metáforas se harían antropomorfas en tu presencia:
Por ello he intentado comenzar este poema,
pero me he quedado en el intento:
No hay maneras de describirte sin humanizarme:
Y créeme, amor o locura,
que bajo la sombra de tu rostro
lo último que deseo es ser humano.

2.5.16

Perseo, mi amado

Largos días han pasado, mi amor:
Si la historia hablara de las monedas, o las naranjas:
Como la arcilla, como algo hecho de arcilla, te deshiciste:
Suspiro, corte:
Somos cognados,
derivamos de una misma palabra ancestral,
al igual que los genes homólogos
derivan de un gen ancestral común:
Tu espada yace como una sombra sobre un pedazo de luz:
Luz que una vieja vela mía sostiene,
con más miedo que cuidado,
porque es mi única luz:
En este cuarto donde no llegan los núcleos de hidrógeno,
los protones y los electrones no se oponen:
Como nosotros bajo esa parra olorosa a muerte:
Que nos encontramos y nos dolimos,
y fluimos sin ciencia y por eso no llegamos a ninguna parte:
Es decir, fuimos humanos:
Vanos cuerpos que se amaron:
¿Cómo pretender, si existes en un nanosegundo?
Dos, tres como mucho:
Tus huesos, esos fósiles que guardo bajo llave,
cloquean de noche el nombre de Dánae:
¿Esa inútil ilusión aún te da caza más allá de la muerte?
¿Jamás estarás en paz?
Por eso los abrazo de cuando en cuando,
como los días en la tierra en que, amado,
vivías dentro mío, adentro de mi presencia:
El año que corre te será indiferente,
y yo ya no tengo cuerpo humano:
Mis recuerdos y mi conciencia permanecen
en una esfera inflada, parte de un multi-verso:
Muchos habitan aquí, pero sólo yo te recuerdo:
Tu espada y la vela y tus huesos son proyecciones constantes:
Pero me amaste,
en un piso de cemento frío,
con la sangre de la gorgona entre las manos,
me amaste como nadie nunca:
Por ello te recreo constantemente,
en esta ilusión llamada amor o duelo,
y me doy cuenta de que soy egoísta,
ya que al recordarte te obligo a repetir la historia,
tus dolores y caídas, la gloria perdida:
Perseo, mi amado,
vacíame de conciencia:
Existo a través de los años y de universos innombrados,
y tu mano tibia sostiene la mía,
mano que es mano sólo cuando tú eres recordado:

Hora de partir hacia el núcleo,
donde todas las conciencias seremos una:
¿Oíste, amado?
Todos seremos uno,
todos te recordaremos
inifinitamente
hasta hacerte existir nuevamente:
Y nacido maldecirás al mundo nuevo,
y a mí especialmente, mi amado,
por darte amor en una vida que no te corresponde:
Pero entonces, ¿Quién eres?