28.7.17

Si una probabilidad, otro hecho; relativismo para idiotas (I)

Entonces, gritando alegremente sobre la arena,
se reunieron dos que, a su extraña manera,
eran tan iguales como dos lentejas. Sus manos derechas
se estrecharon y el resto fue rayos gamma.

George Smoot, Peligros de la vida moderna (Arrugas en el tiempo, 1994)



En un anti mundo vive mi anti yo:
agradablemente anti triste, anti miserable:
Incluso está anti hambriento, y anti sucio:
Vive en una casa anti derruida, con un perro anti flaco:
Su padre es anti alcohólico, su amor es anti indiferente;
Suele pasear por la plaza anti sucia, aspirando anti ansiosamente: 
Corta el césped anti mugriento, saluda a los vecinos anti detestables:
Pinta las paredes anti descascaradas, por la ventana ve anti tristeza:
Va al trabajo anti estresante, regresa a la casa anti deprimente:
El tiempo de ocio es anti evasión, los juegos son anti excusas:
Come comida anti tóxica, fuma cigarros anti ansiedad:
Al acostarse piensa en su vida anti muerte,
e imagina al otro lado a su anti yo,
sentado, con la espalda anti erguida, los dedos anti naturales,
escribiendo sobre sus anti días y anti noches,
con la nostalgia de un anti cuerdo:
Desea, como yo, el contacto anti yo y yo,
la aniquilación mutua, 
la armonía en fotones de alta energía
sin memoria de materia alguna:

La velocidad e indiferencia 
de la luz en el vacío. 

16.7.17

Ceguera, un aullido

La jaula se reduce a mi incredulidad:
Dios está del lado de un muro ciego:
Yo estoy del lado de un muro caído:
Levantar una pierna, luego la otra:
Para pisar los escombros del muro:

Perdido en la brutalidad de la paciencia:
Escondido detrás de lo que está detrás:
Polvo de nada hacia el polvo del silencio:
Mudo en la jaula sin luz
ciego la posibilidad de perdonarme:
Sin pecado existe la luna domada
dormida sobre el lomo de un lobo muerto:

Lloradme, soy tumba de la noche.

11.7.17

± 5%

El poema está callado:
Probablemente muerto:
¿O fue el poema una alucinación mía?
De pie sobre el clítoris de la casa:
O su ojo:
O una vértebra:
En la incertidumbre del invierno 
anidan gritos de piedras y las semillas:
No fuera la corona negada al segador:
Ilusiones romanas, cerrada la tormenta:
No hay aquí ni dónde, otro perro ciego:
Abiertas las vainas donde la soledad:
Y a diecisiete escalones el muro silente:

No, no estuvo ni fue el poema:
Pero quien calla soy yo:

Lo creído poema fue la vanidad
de creerme humano.