24.7.24

Recuerdos vivos

 Aún recuerdo

los laureles caídos sobre la corona

de hueso y fuego

de simple aliento

del recuerdo eterno que rompe la sangre:


Ya no recuerdo a la musa

ni a los bellos atardeceres 

de miel y eternidad

que poblaron mi juventud:


Y ahora, caído sobre el manto etéreo,

de las cosas que han sido y que serán

recuerdo febrilmente y con temor

a quien entre lágrimas me dijera:

Olvida, olvida,

aquel ladrón es el tiempo.