8.7.15

Todos los que mataron a la poesía IV

A la pregunta de por qué el autor no concibe la poesía como literatura:

–La poesía es una fuerza que sostiene al mundo, se manifiesta como epifanía, error o máquina alucinatoria. La poesía es más que sus palabras, el canon o cualquiera de esas ideas que ajustan el vendaje de la putrefacción. Poesía: don y destino. El poeta, el poema, como las montañas o el mar es, apenas, miserias del universo. La literatura deviene oficio, plan, comercio y un montón de cosas tristes... Por esta videncia se me ha tratado, a lo largo del tiempo, de impostado, héroe, obispo, místico, ermitaño y halagos parecidos. Si encuentro algún poeta que merece ese nombre, por lo general, conversamos de otra cosa. De la poesía no se puede hablar porque es un acto espiritual. La literatura, por otra parte, es el reino de la opinión.
Escuchar al fantasma. Creer en la sombra. Donarse. Confiar en la demencia. Amar el error. Temer el éxito. Besar la cicatriz. Auxiliar al fuego. Sospechar la arrogancia de lo real. Soltar palabras para que las devore el animal del mundo y no tener piedad. Más intensidad que intención. Más emoción que sentimiento. Olvidar lo escrito y leído. No pensar. No corregir. Reconocer lo imposible. Hacer una casa en el viento que a todos quita y a nadie otorga. Vivir ahí.


Alejandro Schmidt