Toco la tierra, me doblego y toco la tierra blanca,
que son tus pies, planos antiguos de un dolor griego:
Mudo, asustado, temblando, huelo el tiempo,
que se acerca como un fantasma:
Me señala su cadáver,
yace el reloj descompuesto en la costa,
donde el mar trae desde otras tierras el desconocimiento:
¿Cómo lo sabes?, preguntas cuando te toco las manos frías:
Te digo que tus cabellos se caen
como hebras de oro a la tierra blanca:
Te digo que lo sé porque el tiempo tiene tu olor,
recuerdo mío.