No es
Por suerte me llamaste.
Por suerte fui.
Recorrimos el tiempo
cuesta abajo en la llanura
hasta sangrar.
Vi la mirada frente a frente,
la oscuridad insepulta,
los hundidos ojos:
lo insoportable.
Sentada allí,
pequeña roja de pelo negro
la tristeza ví,
o era el miedo,
la crujiente madera:
¿nogal o roble?
¿De qué mixtura?
Adentro en el pecho
la misma soledad:
sin tiempo.
La película, el microfilm ,
los gritos alcohólicos que besan el aire,
los ojos alcohólicos,
la negrura incipiente toca tus pies
con la fuerza del viento.
Abrimos el cajón de los tiempos:
resonaba en el corazón
como una música disfónica.
Hacia dónde escapar
esta noche tan oscura la verdad
que despierta por lejanos cielos
y tú pequeña a qué distancia
puedes ver una y otra vez lo que no es:
Lo que no es.
Sandra Figueroa, poema inédito (dic. 2016)