El ardor en los ojos es vida, el ardor,
la lágrima y la sangre como hermanas,
círculo de oro, Midas de la tristeza, quién osaría
tocarme:
El quinquenio de los generales y las reinas,
los sudados cuerpos de cristos redivivos en maratones,
miembros grises de una sola tumba:
como orquídeas fantasmas, ocultamos la palabra,
burla de la ignorancia es la palabra,
somos certeza del engaño, con hadas en la boca,
la belleza caída de un cáliz, gota ilusoria, gota de espejo,
la caída es cierta, no el impacto, no la tierra:
El conocimiento verdea,
mas a la hora de la tormenta,
no abran la puerta, aseguren las ventanas:
pues en la casa el agua y la miseria anegarán todo,
pero será afuera donde las preguntas
partirán los huesos de todas las certezas:
Y la carne es débil sin la duda.