7.7.14

El vómito

Veo a mi perro comerse su propio vómito y me pregunto qué hora es esta: No, no la hora de limpiar. Limpiar sería demasiado fácil, estaría negándole a mi perro su hora de redención. La del dolor de cabeza, la falta de cigarrillos, la del padre desmayado de tanto alcohol.No, tampoco. Ese es el espacio y lo escrito la idea. Hay una extensión de mi sueño en el piso, y ahora está lleno de vómito. El país le canta a su gente, y yo no soy su gente. Le canta a otro, al paralelo, al que sabe que a las seis de la mañana se tiene que levantar para destruirse tranquilamente en la rutina. Y yo no estoy en ese sol. Estoy en el otro. Y siempre es otro, y nunca yo, y así me evado, así me gambeteo, así dejo de lado la profundidad de la miseria, vomitándome a mí mismo.