Eres irreal como el trueno sobre el
caballo:
Yaces al costado de mi página como
la sangre,
te arremolinas los ojos, incendias
los dientes,
quiebras a un lado como quimera sin
vértebras:
La luz te da en el costado del alma
y los pechos te vibran como almendras
de fuego:
Bajo la yema de mi dedo
se extiende tu columna de romana y
viva,
bella, la muerte que viene del río,
yaces y eres, sublime gota de ira,
agua de abismo,
lates como el tiempo en su jaula,
muerdes como la rabia del viento,
besas como el águila en picada:
De tan irreal te pierdo, pero me
encuentro con tu sombra:
Repetición perfecta del cielo
que se te esconde entre los huesos:
Bajo mi realidad te mueves, luna de
arena,
como la carne fugitiva
que se sale de esta página.