La noche nos muestra las costillas entre los rayos, famélica, polvorienta:
Llena de la esperanza de los hombres, y por lo tanto vacía:
La esperanza, que sólo da sed, porque es como el agua del mar:
Es la esperanza eso que respira el animal que duerme donde lo oscuro,
los latidos de la cabeza, pensamientos, certeza de la carne:
Quien es consciente de la noche es consciente de su dolor:
Los brazos que duelen, mordidos por los lobos de la cervicobraquialgia:
Los analgésicos y los antidepresivos que retumban en la caverna de la boca:
Y nada es suficiente, porque la noche está despierta,
y nosotros de rodillas o sobre el costado donde la lanza:
Hombres vacíos, chupados de remordimientos:
Pero la noche sabe quiénes somos, porque nos ha parido los miedos:
Y se extiende sobre nuestros huesos que tiemblan, huesos sin esperanza,
y de repente no tenemos piel, sino noche:
Y la noche es oscura y cerrada,
y las estrellas son cicatrices de dioses muertos:
Y sobre el osario nocturno yacemos prometidos del alba ya muerta.