Es de noche y mi poesía es hueca, la oigo:
Poesía vacía:
Hasta el agua tiene algo que llenar:
Y los grados caen como anclas o tierra,
y la noche bajo la tierra siembra
su silencio de iglesia:
Verdean en los dedos pastos escarchados, rizos,
semillas de cuentos púrpuras:
Hijos del gato y la fábrica,
nos sumergimos en los charcos del sueño,
brotados como la niebla en los faros:
¿Llegaremos a ser mañana?
La noche lo sepulta:
Sólo papiros en espaldas de gigantes,
lo que fulgura es lo que se extingue:
Pues quien escribe en la oscuridad
debe primero saber apagarse.