Cómo la rósea superficie del cielo
cayera cual piedra imantada al sol
que resuella como animal en el agua:
Si de preferidas diosas cubriera
el manto ígneo de la rosa
toda cabeza mortal y sin ciencia:
A la nominación simple es del juego
lo que es de aquella inflamada hembra
una mano abierta en la belleza dolida:
Como no supiera yo sostener mi otro,
te sublevo en mi marea de muerte ajena,
mientras sola bailas en tu soledad mía,
mi soledad otra sólo tuya.