12.3.14

Respuesta al olvido

Hay este vientre sureño, cargado de piedras,
los huesos hinchados de sol y humedad,
esta llanura sin propósito que se desconoce espejismo:
En ella la hache es muda por ver lo que no debía.
Hay olvido en los pies, que ciegos
pisan sus huellas autónomas y analfabetas,
hijas sin destino, rotos vacíos de polvo comido:
Hay creaciones estancadas en cunetas olorosas,
devoradas y escupidas por asimétricos tigres de la ausencia:
Hay ideas petrificadas en montes mentales,
en vórtices que invierten el orden natural del río:
Hay niños de carbón rodando sobre rieles musgosos,
fetos nutriendo raíces y transparencias arqueológicas:
Hay rosas de sangre estallando en la bruma:
Hay genes de pájaro en cada mano herida:
Hay un abecedario que juzga a nativos
en un salón adornado con cabezas de poetas grises:
Hay un olvido y un regreso,
y en él se abandona el avance, muerto amante,
carne doble y florecida:
La hache se calla por saber lo que nadie debe saber:

Y yo, el lodo que, sin esencia, vuelve a sí mismo,
                                                                  a la nada:
Y el olvido escribe estos escombros heridos:
                                                   Todo lo que yo no he perdonado.