29.10.14

Oh, mundo

Lejos de la conciencia hay un sol dormido,
cerca del animal hay sangre:
Dádivas y Quintos y Vasílievichs muerden la soga:
Esta es nuestra historia contada por nadie,
el cerdo de las margaritas espera solo al mediodía,
dios se balancea en la cuna de los cerros:
Y no hay un dedo que trace el sentido,
hay un sentido que traza al dedo
y lo deja morado, hinchado de un propósito inútil:
Duele el fuego cuando se apaga,
aquí, yerba de agua, agua sembrada
en la boca del invierno:
Atraviesa como un buey la llanura
la muchacha de los rizos dorados
por la que los granjeros sacrificaban sus miedos:
Un beso, un guiño,
y todos hubieran muerto sobre los telares negros:
Pero después de la conciencia hay bestias de hierro,
vestidas de milagro, embarazadas de angustia:
Beso la tierra, que lee, la miro,
consciente de sus líneas rojas, su muerte palpitante:
feliz con la belleza
de tener el mundo destruido entre mis manos.

22.10.14

Monofásico

No ha habido más que un segundo sin mí, y todo se ha terminado.
Ahí están los billares llenos de putas y macromachos estériles, las luces de neón encendidas en los ojos de una ballena que busca
el amor entre las piernas de un dios ejecutado.
Cada segundo que ha sucedido en ese segundo es despreciable,
y soy un segundo en medio de esos infinitos segundos despreciables:
Soy lo olvidado por mis propias horas y mis propios días,
he nacido de una fuente de sangre para comerme la carne con sueños:
Estos segundos que todo lo contienen,
la verdad que es realidad en reversa:
la mentira: no existe pues no existe la verdad.
Globos hinchados de polvo de estrellas, reventados por el fuego,
recogidos del suelo por niños de ocre, por caballos de hambre:
Dorados los minutos de esos segundos,
y el tiempo se nace a sí mismo en reversa:
No hay horas sin minutos ni minutos sin segundos,
el más pequeño es el padre de todos.
No ha habido un segundo sin mí porque no ha habido un yo,
sino una idea de ese tiempo:
Lo perdido se reconoce cuando en el campo la batalla es silencio:
Ha habido una infeliz idea, una claridad, un golpe violento de consciencia humana:
¿Pero qué son todas estas cosas de las que hablo?
Segundos, segundos donde todo ha existido
y que yo he olvidado.

17.10.14

L´arcane sans nom

Voy a morir, voy a morir aquí y pronto,
antes de que los gallos bajen la cabeza,
antes de que el sol suba a los gallos:
Voy a morir en un espacio ajeno, impropio,
lejos de mí mismo, como si otro estuviera muriendo en mi lugar:
Voy a desvanecerme como un mal recuerdo,
con los dientes afilados y llenos de moho,
con lunas en las manos y las uñas encarnadas:
Iré descendiendo poco a poco hacia el sur,
donde el invierno es la nostalgia de los esclavos,
asentaré mis huesos en barajas mal cortadas,
con L'Arcane sans nom girando sobre sí mismo,
en las manos de una sacerdotisa olvidada por el fuego:
Moriré ignorante y sucio,
siendo una idea, pura carne atropellada en el vacío,
fertilizando la tierra que dará de comer
a otros,
quienes vivirán ignorando quién reverdeció sus tierras:
Voy a morir, en segundos o siglos,
poca es la diferencia,
si la muerte ignora el tiempo
como la vida ignora el infinito:
Y voy a morir a manos de mí mismo,
lejos de mí, siendo otro,
para volver a leer estas palabras:
ejecutado por un lector descuidado.

16.10.14

Final de exponerse, editorial, Jueves 17 de octubre de 2014

Escribir en plena luz del día es abrumador. El calor, la indiferencia del sol, la ira del fuego escondida en esa indiferencia. Y pensar lo es aún más, aunque inevitable. Me he hartado del circo literario. Mucho. Lecturas, libros publicados porque alguien sacudió su bolsillo, biografías grandilocuentes, gente con historias que contar, historias que realmente no son interesantes. Las historias que podrían sacudir al mundo literario no se cuentan porque a estas personas se las comen las circunstancias. Engullido por la realidad, uno no puede darse el lujo de doblarse frente a una página en blanco: Ya está doblado sobre la vida. En mi intento por ser algo, alguien, veo que soy una idea de mí mismo, algo que nunca puede suceder. En ese intento está la poesía. Una farsa completa, una feria barata de metáforas y elusiones y adjetivos. Este circo es el recuerdo de alguien, y ese recuerdo sólo causa dolor. Pretendo no dar más por sentado que soy un escritor, que escribo, que lo hago y soy, que muerdo el vacío con las manos. Mis circunstancias le ganan a la letra. O al menos a lo que se pretende de ella. Este será el último escrito que salga de este espacio, que es el único donde me siento protegido. Quienes quieran leer, van por su cuenta. Toda otra red social será ignorada. Toda esperanza de publicar, suprimida. En este sótano del alma me encuentro y me encierro. Si en medio de toda esta tormenta hay todavía laberintos literarios me es inexplicable. Lo que es seguro es que ese laberinto no tiene una salida, y está condenado a repetirse una y otra vez, para suplicio de quienes se acercan a la poesía como si se acercaran a una animal manso. Animal que luego va a arrancarles la mano. Porque escribir es parte de un proceso de negación, es otra fuga. Un mecanismo simple, barato. Pero que cuesta la vida. Y si sigo insistiendo en poner por escrito lo que ignoro, esto es, la realidad, es para evitarla. Escribir, es, entonces, una cuestión de supervivencia y, a la vez, lo que la pone en peligro.

15.10.14

Parido por la sombra

En el silencio todo se escribe o se olvida,
todo se recuerda, todo es nada, nada es todo:
La palabra cruza el estómago del día,
la medianoche se cierra como una mano
que ha dejado de escribir:
Hay afuera tierra molida a golpes y sueños en sus partículas:
Así como el viento la levanta,
la sangre levanta los sueños
y los transporta a la esfera de la realidad:
Allí todo es invierno,
todo es pregunta:
La capilla tañe su campana
y el péndulo del tiempo corrige
las sombras y las esperanzas:
Hombre, carne de piedra,
hombre que sueña es como un lobo
que sin dientes caza en las estepas,
mientras la presa se evapora en el horizonte de la certeza:
Animal, flor en llamas,
aquí hay cientos o miles de huecos
donde asoman las cabezas las ratas:
Silencio, dios desollado,
aquí escribes sin páginas ni tinta,
mientras a la muerte la fecunda un poema:
Usted, lector, es su hijo.

8.10.14

Quién va ahí

Escribir es masticar,
digerir ideas, atragantarse con sentimientos,
vomitar obsesiones:
Luna de hierro, a contra luz se confirma eterna:
Mas tu sombra bajo ti mismo
se proyecta mortal,
como esa carne que llevas colgando del alma:
Dos días, ciclo natural,
restos de poetas entre las hiedras,
callado, mudo, tigre, el silencio observa a
su próxima presa:
Sangre, de duelo, palta en los huesos,
fluyen los ríos por cabellos santos,
sí, sí,
ella, la gitana que amaste,
en contraposición a tu ausencia,
sobre brasas muertas:
Razón de ser y vuelta atrás,
el fuego es lo que el agua apaga:
Se ignoran estas ideas,
se ignora la palabra,
se comen los vacíos finales,
se regresa al final, máquina de guerra,
los dientes del silencio por fin hundiéndose,
y esto
empieza a desintegrarse:
Qué es esto?
Un sinsentido que usted, lector,
ha masticado:
Escribir es leer la propia ausencia.

2.10.14

De vuelta a casa

Volviendo de las ruinas de occidente
a mi casa, que es una hija de las ruinas,
crucé, en medio de otro cuerpo,
hecho de sudor y ropas y cuellos y ronquidos,
al cuerpo de una diosa o fantasma,
la presencia del trueno en la tierra:
Sus ojos eran de vidrio, algo resquebrajado,
con lagañas perfectas y visión de tigre reposado:
Las líneas de la boca eran un idioma,
el idioma de lo rojo y lo húmedo, de lo triste,
algo del silencio en un incendio:
A través de las agujas del momento
me vio, por unos segundos,
unos escombros de tiempo que era mi presencia:
Giró la mirada y se extinguió,
una especie más perdida para siempre por mi naturaleza:
Crucé los días de mis pasos hacia el olvido,
con una picazón en la sombra,
con una manada de lobos muertos en los dientes,
y me incliné sobre la nada,
masturbando mi soledad con este poema.