Cómo calla la
mañana cuando la ternura:
Es ella la que
en su lábil garganta
quema el grito
partido de un mar atragantado:
En el lomo del
océano abre su carne
y los olímpicos
se disgregan luego de beber la tormenta:
Y es en el
arenal donde reposa la locura,
cosa pequeña
que el viento hecho de sal carga:
Cromadas las
algas, extinta la flor del tilo y despierto el manzano,
a pesar de
estar yermo mi orgullo despiertas:
Una legión de
ojos, falange de irises y pestañas,
salen de tu
cara, que tiene algo de sangre y algo de miel,
y te recibo:
Muerdes, abres,
rompes, hierves:
Sobrepasando el
hueso, el espacio del cielo
vencido
por la yema de
tu dedo,
por tu beso
acabado:
La ternura ha
sido hecha.