2.11.15

Corvus Corax

Todos mirando el cuervo que da círculos
sobre mi cabeza:
No es la muerte, es la idea de la muerte:
El cuervo es una idea, y si los otros lo ven, los otros son el cuervo,
el cuervo es ellos, ellos son la muerte, yo soy el círculo:
Hugín y Munín en uno solo (la memoria y el pensamiento de Odín):
Cuando el dios dudaba, le aconsejaban:
Ahora Odín está perdido en sucios rincones porturarios,
porque todos los cuervos son mi cuervo:
Las manos calientes, temblorosas:
La mente casi en blanco, ocupada por la sombra del miedo:
La espalda dolorida, como un árbol viejo quebrándose,
los ojos lagrimeando de fuego, de ceguera, de cansancio:
Y me doblo sobre la letra, otra vez,
abro un nuevo laberinto donde esperaré paciente
el final del juego:
En Creta se ha declarado la suspensión del tributo:
Teseo es un inútil sin propósito, que deambula
por los prostíbulos de Atenas, enmascarado y con sífilis,
bajo un nombre falso:
Ariadna se ha ahorcado con su propio hilo,
al encontrarlo inútil:
Pues ella era el hilo, ella era el regreso eterno:
Y al final del laberinto espero yo,
caja de terrores y huesos rotos y espadas melladas:
Yo, último testigo del horror:
El cuervo da círculos sobre mi cabeza:

Oh, ustedes, testigos y cómplices de mi padecimiento, observen impávidos:
Mas deberán contemplar sin salida estas palabras,
mi condena sobre ustedes:

Caídas las columnas del cielo,
elevo la cabeza ensangrentada:
Lector, sobre su cabeza un cuervo vuela en círculos:
Fui yo quien lo hizo mortal.
Fui yo quien le dio este laberinto:

Las palabras son el espejo del miedo.
Y el espejo es una idea.
Y la idea es una palabra.

Todos miramos el cuervo que vuela en círculos sobre la nada.