Entonces que esperabas
era de noche
y claxon antiguos melodiaban
entre los árboles,
dije nada pensaba nada sin florecer.
Que esperas, querida, que es.
Luego de horas escritas,
quise sobre el tiempo venidero
que venga así de fresco y simple
que me ayude a girar a gritar o entorpecer
que me deje soñar que no deje de soñar
que no deje de hablar y de cantar que no dejara:
soleado corazón
entre los árboles;
testigo
en nuestro tiempo testigo,
luz y sombra,
barro, día, testigo, actor,
¿no gira la magia,
entre calles empedradas,
como una música
para los días venideros?
Quise un futuro,
vital como ferrocarriles,
que gire que curve, circunvale,
acompañe, acompañe, vida,
poesía;
única verdad que poseemos.
Que avance
sobre los días,
sin mas temor
que la propia voz
tan lejos y tan cerca.
20.2.17
Sandra Figueroa, un poema (2)
19.2.17
Todos los que mataron a la poesía VII
(...)"¿Que es REAL?" preguntó el conejo un día, cuando estaban acostados
uno junto al otro cerca de lo orilla del cuarto, antes de que Nana
llegara a limpiar el cuarto. "¿Significa tener que tener un zumbido
dentro y una manija hacia afuera?"
"Real no es como estás hecho" dijo Caballo de Tela. "Es una cosa que te sucede. Cuando un niño te ama por mucho tiempo, no sólo para jugar, sino que realmente te ama, entonces te haces Real."
"¿Y eso duele?", preguntó el conejo.
"Algunas veces", dijo Piel de Caballo de Tela, porque él era siempre sincero. "Cuando eres Real no te importa ser lastimado."
"¿Ocurrirá todo a la vez, como dar cuerda," preguntó, "¿o poco a poco?"
"No sucede todo a la vez, dijo el Caballo de Tela. "Te conviertes. Tarda mucho tiempo. Es por eso que no suele sucederle a las personas débiles, o que tienen bordes afilados, o que deben mantenerse con mucho cuidado. Generalmente, para cuando eres Real, has perdido la mayor parte del cabello de tanto amor y tus ojos cuelgan y tienes las articulaciones flojas y estás muy gastado. Pero estas cosas no importan en absoluto, porque una vez que eres Real no puedes ser feo, excepto para la gente que no lo entiende."
"Real no es como estás hecho" dijo Caballo de Tela. "Es una cosa que te sucede. Cuando un niño te ama por mucho tiempo, no sólo para jugar, sino que realmente te ama, entonces te haces Real."
"¿Y eso duele?", preguntó el conejo.
"Algunas veces", dijo Piel de Caballo de Tela, porque él era siempre sincero. "Cuando eres Real no te importa ser lastimado."
"¿Ocurrirá todo a la vez, como dar cuerda," preguntó, "¿o poco a poco?"
"No sucede todo a la vez, dijo el Caballo de Tela. "Te conviertes. Tarda mucho tiempo. Es por eso que no suele sucederle a las personas débiles, o que tienen bordes afilados, o que deben mantenerse con mucho cuidado. Generalmente, para cuando eres Real, has perdido la mayor parte del cabello de tanto amor y tus ojos cuelgan y tienes las articulaciones flojas y estás muy gastado. Pero estas cosas no importan en absoluto, porque una vez que eres Real no puedes ser feo, excepto para la gente que no lo entiende."
Margery Williams, El conejo de pelucho O Cómo los juguetes se hacen realidad (Fragmento)
No pierdan el tiempo acá
No pierdan el tiempo en este poema,
que nada les aportará:
Ni nuevo ni significante:
ni críptico ni directo:
Un simple balbuceo para mí:
Y aunque yo no exista,
existe el yo en la oración:
Alguien debajo de la cama:
Hubiera sido el niño asmático:
El adolescente golpeado:
El hombre del manicomio:
Pero soy
el indefinido sin grandes
particularidades:
Aunque puedo pretender, claro:
Pero a mi estómago doliente, quién:
A mi pánico, quién:
A mi muerte, quién:
Tantas ganas tengo
de hablar de mí mismo
que hasta creo que existo:
Así de egoísta
es mi yo cuántico:
Y pasa el tiempo entre los versos,
y el tiempo nada me dice,
ni yo le digo nada:
Nos quedamos mirando la hora del nacimiento,
callados y tomados de la mano,
miramos al mundo ponerse de rodillas
ante el sangrante dolor
de un amanecer blanco:
Perdido el tiempo
escribo sin respirar.
que nada les aportará:
Ni nuevo ni significante:
ni críptico ni directo:
Un simple balbuceo para mí:
Y aunque yo no exista,
existe el yo en la oración:
Alguien debajo de la cama:
Hubiera sido el niño asmático:
El adolescente golpeado:
El hombre del manicomio:
Pero soy
el indefinido sin grandes
particularidades:
Aunque puedo pretender, claro:
Pero a mi estómago doliente, quién:
A mi pánico, quién:
A mi muerte, quién:
Tantas ganas tengo
de hablar de mí mismo
que hasta creo que existo:
Así de egoísta
es mi yo cuántico:
Y pasa el tiempo entre los versos,
y el tiempo nada me dice,
ni yo le digo nada:
Nos quedamos mirando la hora del nacimiento,
callados y tomados de la mano,
miramos al mundo ponerse de rodillas
ante el sangrante dolor
de un amanecer blanco:
Perdido el tiempo
escribo sin respirar.
18.2.17
Y perdimos el cielo
Por no mirarnos
las fuentes entre las cicatrices
perdimos el cielo:
Por arrebatarnos
entre la gloria y fuera del ayuno
perdimos el cielo:
Por golpear
al padre y a la madre
perdimos el cielo:
Por manipular
los intestinos del reloj
perdimos el cielo:
Por no llorar
las vidas que nacían
perdimos el cielo:
Por enterrar
los celos en las dagas
perdimos el cielo:
Por desangrar
al mar inocente
perdimos el cielo:
Por entender
que no somos
perdimos el cielo:
Por ti, Señor,
al entregarte
nuestra virgen conciencia,
al doblar el espinazo
ante los trigos de tu indiferencia,
al parir
los bastardos
que fecundaste en nuestros vientres,
al besar
tus sucios pies sangrantes,
al digerir
tu carne insulsa,
al proteger
tus dientes de topacio,
al encomendar
los hilos frágiles
de nuestra tapicería carnívora:
Por ti, Señor,
por siempre y para siempre,
Señor,
por querer mirarte
sin contemplarte,
Señor,
por arrancarte los dientes
con los panes de nuestra grasa,
por tu envidia, Señor,
por tu saliva y tu semen,
por la manzana y el testículo,
por el arpa y los huracanes,
por saberte inmundamente
eterno:
Te dimos las manos
entre espasmos, Señor,
y perdimos el cielo.
las fuentes entre las cicatrices
perdimos el cielo:
Por arrebatarnos
entre la gloria y fuera del ayuno
perdimos el cielo:
Por golpear
al padre y a la madre
perdimos el cielo:
Por manipular
los intestinos del reloj
perdimos el cielo:
Por no llorar
las vidas que nacían
perdimos el cielo:
Por enterrar
los celos en las dagas
perdimos el cielo:
Por desangrar
al mar inocente
perdimos el cielo:
Por entender
que no somos
perdimos el cielo:
Por ti, Señor,
al entregarte
nuestra virgen conciencia,
al doblar el espinazo
ante los trigos de tu indiferencia,
al parir
los bastardos
que fecundaste en nuestros vientres,
al besar
tus sucios pies sangrantes,
al digerir
tu carne insulsa,
al proteger
tus dientes de topacio,
al encomendar
los hilos frágiles
de nuestra tapicería carnívora:
Por ti, Señor,
por siempre y para siempre,
Señor,
por querer mirarte
sin contemplarte,
Señor,
por arrancarte los dientes
con los panes de nuestra grasa,
por tu envidia, Señor,
por tu saliva y tu semen,
por la manzana y el testículo,
por el arpa y los huracanes,
por saberte inmundamente
eterno:
Te dimos las manos
entre espasmos, Señor,
y perdimos el cielo.
Elegido del Señor
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa:
Los dedos míos y los dedos huecos del mundo
se entierran como una pala
en esta tumba que tengo por pecho:
De mí nace el odio y la tristeza
que baña con leche hirviendo
los cuerpos de todos esos hermosos seres
ignorantes de mi pecaminosa existencia:
¿Cómo pueden ellos, Señor, amarme,
si de mí depende el dolor que sufren?
Salvaje historia, Señor, mi culpa,
mi condena moribunda,
mi existencia irredenta:
Cada centímetro de oscuridad
navegado en las bocas de los mares
se mide por cada milímetro
de mis tormentas:
Cada veneno en las muelas de la historia
fue derramado desde mi copa sedienta:
Mi vida es la vida de la cruz,
la cruz como una rueda
girando sin norte en mis moléculas:
¿Y cómo, Señor, puedo vivir de otra manera
si la razón de que exista la belleza
es mi abrumante fealdad?
¿Si el sentido de los horizontes morales
se debe al deseo de mis ojos malditos?
¿Si la justicia mantiene una balanza
porque mi furia se pesa en una de sus bandejas?
¿Si los monumentos pueden batir
la vara de Esculapio
porque mis espadas han cercenado a incontables?
Señor, consuélame en mis tribulaciones,
cúbreme, Señor, abrázame en esta hora
de duda, ámame, Señor, no me abandones,
guíame, Señor, en el valle de las tinieblas,
compréndeme, Señor, toma mis manos cansadas,
para que pueda yo
seguir siendo la sombra que no duerme,
cirniéndome sobre esta tierra y sus huesos
y se mantenga así
en los corazones de los inocentes
la sed de luz eterna.
Los dedos míos y los dedos huecos del mundo
se entierran como una pala
en esta tumba que tengo por pecho:
De mí nace el odio y la tristeza
que baña con leche hirviendo
los cuerpos de todos esos hermosos seres
ignorantes de mi pecaminosa existencia:
¿Cómo pueden ellos, Señor, amarme,
si de mí depende el dolor que sufren?
Salvaje historia, Señor, mi culpa,
mi condena moribunda,
mi existencia irredenta:
Cada centímetro de oscuridad
navegado en las bocas de los mares
se mide por cada milímetro
de mis tormentas:
Cada veneno en las muelas de la historia
fue derramado desde mi copa sedienta:
Mi vida es la vida de la cruz,
la cruz como una rueda
girando sin norte en mis moléculas:
¿Y cómo, Señor, puedo vivir de otra manera
si la razón de que exista la belleza
es mi abrumante fealdad?
¿Si el sentido de los horizontes morales
se debe al deseo de mis ojos malditos?
¿Si la justicia mantiene una balanza
porque mi furia se pesa en una de sus bandejas?
¿Si los monumentos pueden batir
la vara de Esculapio
porque mis espadas han cercenado a incontables?
Señor, consuélame en mis tribulaciones,
cúbreme, Señor, abrázame en esta hora
de duda, ámame, Señor, no me abandones,
guíame, Señor, en el valle de las tinieblas,
compréndeme, Señor, toma mis manos cansadas,
para que pueda yo
seguir siendo la sombra que no duerme,
cirniéndome sobre esta tierra y sus huesos
y se mantenga así
en los corazones de los inocentes
la sed de luz eterna.
Sobre el vino, sobre la sangre
"I love you more than the world can contain in it´s lonely and ramshackle head."
Sufjan Stevens, Jhon my beloved
Miro tus manos delicadas
agarrar el queso y el vino:
Pureza y dios jamás pudieron
protegerme como tu mirada:
Pero los que murieron en el calvario
me miran despectivos
desde su oscura bóveda azul:
¿Cómo ama a ese hombre
cicatrizado por los pecados?
Se me cae la servilleta
y se me cae una lágrima:
Amado mío, cuántos días,
cuántos vientos te sepultaron
bajo el polvo de Belén:
¿Y qué son los restos sino un suspiro?
Llevame a lo alto de tu alcoba,
a la cama sin gravedad
que se estaca en tu techo,
y dime lo que has de decir,
esas palabras a las que persigue la muerte:
¿Vas a quedarte todavía?
¿Vas a quedarte aunque coloquen
la piedra en la entrada?
¿Vas a besarme y hacerme el amor
aunque entierren tu esperanza
bajo el dolor de la cruz?
Tu padre nos observa indiferente,
estás dormido y gritas su nombre,
pero tu padre nos observa indiferente:
A ti te llevarán las horas
y quedará solamente la culpa
de tus heridas:
A mí me llevarán los segundos
y quedaré para siempre
lleno de pecado y angustia
mascando la hierba
que la esperanza no nos pudo arrebatar.
16.2.17
Todos los que mataron a la poesía V
Mi único amante:
Dalo todo para sucumbir
Busco la píldora que perdí
Arrástrame hasta el infierno
En el valle de The Dalles
Como mi madre
Proporciónale alas a una piedra
Es sólo la sombra de una cruz
Dormí de espaldas
A la sombra de la alondra de la pradera
Como un triunfador
Emborráchate para tener sexo
Doy una calada más cuando te vas
Clavaré esa estaca al centro de mi corazón
Vampiro solitario
Inalando su fuego:
Estoy persiguiendo al dragón demasiado lejos
Hay sangre en ese filo
Puta madre, me estoy desmoronando:
Mi asesino
Como Casper, el fantasma:
No hay sombra alguna a la sombra de la cruz
Sufjan Stevens, No shade in the shadow of the cross"
Sobre la canción, (del blog http://misletrasdispersas.blogspot.com.ar):
"Según interpretaciones, "No shade in the shadow of the cross"
retrata el descenso de Sufjan Stevens hacia una conducta
autodestructiva, a raíz de la muerte de su madre. Es por ello que a lo
largo de la canción aparecen imágenes relacionadas con el abuso de
medicamentos, drogas y sexo. Paradójicamente, para Sufjan era una vía
para sentirse más cerca de su madre, quien sufrió también adicciones a
lo largo de su vida, tal y como ha confesado el propio cantante.
*"Give out to give in": "give out" significa, en general, "dar", pero también "agotarse"; por su parte, "give in" tiene
el sentido de "rendirse", "darse por vencido" o "sucumbir". Muy
probablemente se trate de una metáfora para explicar la relación del
cantante con las drogas o los antidepresivos, la búsqueda de la máxima
intensidad, aunque también podría tener un sentido sexual y tratarse de
un diálogo con otra persona.
*"in the valley of The Dalles": The Dalles es una población de
Oregón, en EE.UU. (precisamente en Oregón, Sufjan Stevens pasó varios
veranos de su infancia con su madre y su padrastro). Parece ser que en
este verso Sufjan establece un juego de palabras con "Valley of The Dolls", novela de la escritora norteamericana Jacqueline Susann sobre la adicción a los medicamentos.
*"meadowlark": "alondra de la pradera", o también "sabanero"; es
el pájaro elegido como uno de los símbolos oficiales de Oregón (otra
vez, pues, una referencia a la infancia vivida en Oregón).
*"get drunk to get laid": como en tantas otras canciones y al no
existir sujeto en la oración, la dificultad de la traducción reside en
adivinar si el autor está utilizando la primera persona del presente y
ha prescindido adrede del "I" / "yo" ("como un triunfador, me emborracho para tener sexo") o si bien, como parece desprenderse del resto de la canción, volvemos a estar ante un imperativo ("emborráchate para tener sexo").
En cualquier caso, ya esté hablando de sí mismo o refiriéndose a un
tercero, el verso redunda en la imagen de autodestrucción y búsqueda de
la intensidad para hacer frente a la muerte de su madre.
*"I take one more hit when you depart": aunque en sentido general "to take a hit" significa "encajar un golpe", en slang tiene el sentido de consumir una droga inhalándola. Normalmente se emplea con "joint" ("porro"), pero también se puede aplicar a otras drogas fumadas, como la heroína.
*"I take one more hit when you depart": aunque en sentido general "to take a hit" significa "encajar un golpe", en slang tiene el sentido de consumir una droga inhalándola. Normalmente se emplea con "joint" ("porro"), pero también se puede aplicar a otras drogas fumadas, como la heroína.
*"I'm chasing the dragon too far": "perseguir al dragón" es una expresión slang para referirse a un método de fumar drogas, entre ellas la heroína. El cantante está llevando su adicción a las drogas "demasiado lejos".
*"There's no shade in the shadow of the cross": posiblemente, el
verso más conmovedor de la canción, a la vez que un tanto críptico.
Sufjan Stevens ha reconocido en varias ocasiones ser creyente. Sin
embargo, en la canción parece no encontrar consuelo ante la muerte de su
madre. De ahí que muchos interpreten que este último verso es un
distanciamiento de Sufjan hacia la religión cristiana: la cruz de Cristo
ya no guarece a quien se le acerca; no protege ni proporciona sombra o
descanso.
Sin embargo, otra interpretación del mismo verso es que la cruz le
protege de las "sombras", entendidas éstas como fantasmas del pasado. Su
creencia en Dios, el estar bajo la cruz, le ayuda a superar la visión
de la figura fantasmal de su madre (guardando, así, cierto sentido con
el verso anterior del fantasma Casper)."
Los que mataron a la poesía IV
(...)Then- in my childhood, in the dawn
Of a most stormy life- was drawn
From every depth of good and ill
The mystery which binds me still:
From the torrent, or the fountain,
From the red cliff of the mountain,
From the sun that round me rolled
In its autumn tint of gold,
From the lightning in the sky
As it passed me flying by,
From the thunder and the storm,
And the cloud that took the form
(When the rest of Heaven was blue)
Of a demon in my view.
(...)Entonces -en mi niñez- en el amanecer
de una muy tempestuosa vida, se sacó
desde cada profundidad de lo bueno y lo malo
el misterio que todavía me ata:
desde el torrente o la fuente,
desde el rojo peñasco de la montaña,
desde el sol que alrededor de mí giraba
en su otoño teñido de oro,
desde el rayo en el cielo
que pasaba junto a mí volando,
desde el trueno y la tormenta,
y la nube que tomó la forma
(cuando el resto del Cielo era azul)
de un demonio ante mi vista.
Edgar Allan Poe, Alone (fragmento), 17 de marzo de 1829
Of a most stormy life- was drawn
From every depth of good and ill
The mystery which binds me still:
From the torrent, or the fountain,
From the red cliff of the mountain,
From the sun that round me rolled
In its autumn tint of gold,
From the lightning in the sky
As it passed me flying by,
From the thunder and the storm,
And the cloud that took the form
(When the rest of Heaven was blue)
Of a demon in my view.
(...)Entonces -en mi niñez- en el amanecer
de una muy tempestuosa vida, se sacó
desde cada profundidad de lo bueno y lo malo
el misterio que todavía me ata:
desde el torrente o la fuente,
desde el rojo peñasco de la montaña,
desde el sol que alrededor de mí giraba
en su otoño teñido de oro,
desde el rayo en el cielo
que pasaba junto a mí volando,
desde el trueno y la tormenta,
y la nube que tomó la forma
(cuando el resto del Cielo era azul)
de un demonio ante mi vista.
Edgar Allan Poe, Alone (fragmento), 17 de marzo de 1829
15.2.17
La prórroga de la belleza
Sentada en la mecedora de mimbre,
con el tapiz infinito del tiempo entre sus tersas manos,
la belleza torna hacia mí sus grandes ojos violáceos:
En ellos puedo advertir el agujero que una lágrima,
una lágrima sola,
abrió durante incontables soles muertos:
Alguna vez, hace muchos eones,
te vi entrar soberano,
la alta frente orgullosa,
con la cabeza de Morc en una mano
y el enamorado cuerpo de Brighid
doblado sobre tus hombros:
Tu espada brillaba más que la misma Orna
y tu semblante hubiera arrebatado a Deva
de la mismísima marea:
Mas ahora, oh, veo que a tus pasos
les sigue una sombra casi muerta,
tus ojos son tristes como los enfermos geranios,
la piel tuya se pliega de dolor:
Tus grises cabellos caen hacia y desde
la nostalgia:
Las labores que ahora realizas
te agotan tanto que tomaste como únicas amantes
a la noche y a la cama:
Temes al paso dado y al paso que tienes delante:
Tu honor, si es que aún lo conservas,
depende del humor estacional,
de las flores salvajes:
La mirada esa que ansiaba la locura del horizonte
mira ahora las manecillas de un reloj viejo,
esperando la sonrisa aprobatoria del tiempo
para abrazar por fin a la muerte:
¿Por qué esta visión tuya me atormenta ahora,
antiguo amado, soberano?
¿Por qué depositas a mis pies tus lágrimas
y no la brillante espada que temblaba de sangre?
¿Por qué debo consolarte en mi regazo
y acariciar tu rala cabellera
y oler tu profundo aliento amargo
en lugar de admirar la gloria de tus manos?
¿Por qué del silencio has hecho tu ofrenda
cuando antaño tu risa era mejor canción que el Gentraiges,
y más armoniosa que la propia Uaithne?
¿Qué te ha expulsado de tu propia historia,
señor de las tormentas y la ciencia?
Esta lágrima que excava sin fin en mis ojos,
¿te alcanzará alguna vez?
¿Te alcanzará en la era de tu exultante grito
o en la era de tu solapada honra?
Quién eras y quién eres, señor,
interrogante será, implacable,
mi tribulación,
hasta que los hilos del tapiz
se aflojen y caigan entre mis manos arrugadas,
mis viejos dedos de anciana:
Y cuando los días se asienten sobre las noches
puedas quizá regresar a responderme,
y coronar mi inválido cuerpo
con la verdad florecida en tu boca.
Y la belleza se quedó inmóvil,
probablemente esperándome
hasta el fin de las horas,
meciendo sin ruido la silla de mimbre,
tejiendo con vana esperanza en el tapiz del tiempo
el triunfante regreso de mi recuerdo,
el glorioso triunfo de mi olvido.
con el tapiz infinito del tiempo entre sus tersas manos,
la belleza torna hacia mí sus grandes ojos violáceos:
En ellos puedo advertir el agujero que una lágrima,
una lágrima sola,
abrió durante incontables soles muertos:
Alguna vez, hace muchos eones,
te vi entrar soberano,
la alta frente orgullosa,
con la cabeza de Morc en una mano
y el enamorado cuerpo de Brighid
doblado sobre tus hombros:
Tu espada brillaba más que la misma Orna
y tu semblante hubiera arrebatado a Deva
de la mismísima marea:
Mas ahora, oh, veo que a tus pasos
les sigue una sombra casi muerta,
tus ojos son tristes como los enfermos geranios,
la piel tuya se pliega de dolor:
Tus grises cabellos caen hacia y desde
la nostalgia:
Las labores que ahora realizas
te agotan tanto que tomaste como únicas amantes
a la noche y a la cama:
Temes al paso dado y al paso que tienes delante:
Tu honor, si es que aún lo conservas,
depende del humor estacional,
de las flores salvajes:
La mirada esa que ansiaba la locura del horizonte
mira ahora las manecillas de un reloj viejo,
esperando la sonrisa aprobatoria del tiempo
para abrazar por fin a la muerte:
¿Por qué esta visión tuya me atormenta ahora,
antiguo amado, soberano?
¿Por qué depositas a mis pies tus lágrimas
y no la brillante espada que temblaba de sangre?
¿Por qué debo consolarte en mi regazo
y acariciar tu rala cabellera
y oler tu profundo aliento amargo
en lugar de admirar la gloria de tus manos?
¿Por qué del silencio has hecho tu ofrenda
cuando antaño tu risa era mejor canción que el Gentraiges,
y más armoniosa que la propia Uaithne?
¿Qué te ha expulsado de tu propia historia,
señor de las tormentas y la ciencia?
Esta lágrima que excava sin fin en mis ojos,
¿te alcanzará alguna vez?
¿Te alcanzará en la era de tu exultante grito
o en la era de tu solapada honra?
Quién eras y quién eres, señor,
interrogante será, implacable,
mi tribulación,
hasta que los hilos del tapiz
se aflojen y caigan entre mis manos arrugadas,
mis viejos dedos de anciana:
Y cuando los días se asienten sobre las noches
puedas quizá regresar a responderme,
y coronar mi inválido cuerpo
con la verdad florecida en tu boca.
Y la belleza se quedó inmóvil,
probablemente esperándome
hasta el fin de las horas,
meciendo sin ruido la silla de mimbre,
tejiendo con vana esperanza en el tapiz del tiempo
el triunfante regreso de mi recuerdo,
el glorioso triunfo de mi olvido.
14.2.17
Cuando no se sabe qué escribir uno intenta con la poesía
En el camino a no sé dónde
perdí el lenguaje:
No sólo había perdido mi destino
sino también las palabras
para preguntar el camino:
Un lugar siempre espera,
no es inestable como el ser humano:
Pero si perdí su nombre
si no puedo recordarlo,
puede que no haya tal lugar:
Sólo el miedo respira
en la punta de los ojos:
Mi existencia sin nombre
tampoco existe sin su bautismo,
y soy un grito en el miedo:
El círculo se cierra
y recuerdo
que no iba a ninguna parte,
ni tenía palabra que decir,
que sólo hubo y habrá miedo,
y que vivo para abrir y cerrar
un círculo.
perdí el lenguaje:
No sólo había perdido mi destino
sino también las palabras
para preguntar el camino:
Un lugar siempre espera,
no es inestable como el ser humano:
Pero si perdí su nombre
si no puedo recordarlo,
puede que no haya tal lugar:
Sólo el miedo respira
en la punta de los ojos:
Mi existencia sin nombre
tampoco existe sin su bautismo,
y soy un grito en el miedo:
El círculo se cierra
y recuerdo
que no iba a ninguna parte,
ni tenía palabra que decir,
que sólo hubo y habrá miedo,
y que vivo para abrir y cerrar
un círculo.
13.2.17
Corregir es crear el error
Si en infinitas posibilidades
de un lenguaje imposible
de contener
por abstracto o rebelde
un don o doña
nadie o ninguno
le pide a usted escritor
que sucumba a la tentación
de mejorar su huerto gramatical
su cosecha de metáforas
debería usted renegar
de la misma existencia
ya del otro
ya del yo
ya del posible tercero o séptimo
que le quedará como hijo moldeado
si pluma sobre pluma
cede usted a la insultante tarea
de decirle a una inocente palabra
que se equivocó de lugar
que allí no pertenece
que su patria está más allá
o no está por descastada
que un otro
habla del buen escribir
como si catando vinos estuviera
o buscando a dios estuviera
este señor o señora o sombra
esclavo directo del círculo verbal
que como dragón se dobla
y se come la cola
y le quiere dejar entre las manos
preciosista detalle
cuadrado poema
redondas palabras
como buscando a dios en la leche
de la página blanca
un medioterreno cerrado
un desespero ante la preciosidad del caos
un mero humano asustado
ante el bello error de crear.
de un lenguaje imposible
de contener
por abstracto o rebelde
un don o doña
nadie o ninguno
le pide a usted escritor
que sucumba a la tentación
de mejorar su huerto gramatical
su cosecha de metáforas
debería usted renegar
de la misma existencia
ya del otro
ya del yo
ya del posible tercero o séptimo
que le quedará como hijo moldeado
si pluma sobre pluma
cede usted a la insultante tarea
de decirle a una inocente palabra
que se equivocó de lugar
que allí no pertenece
que su patria está más allá
o no está por descastada
que un otro
habla del buen escribir
como si catando vinos estuviera
o buscando a dios estuviera
este señor o señora o sombra
esclavo directo del círculo verbal
que como dragón se dobla
y se come la cola
y le quiere dejar entre las manos
preciosista detalle
cuadrado poema
redondas palabras
como buscando a dios en la leche
de la página blanca
un medioterreno cerrado
un desespero ante la preciosidad del caos
un mero humano asustado
ante el bello error de crear.
Acta est fabula
Vi a la niña del sagrado silencio
ser escupida hacia el desierto:
Vi la saliva seca de la niña sagrada
ser escupida hacia el desierto:
Y dios me ordenó rezar:
Por las tardes melladas de vínculos pristinos
me ordenó rezar:
por los juramentos enfebrecidos del norte
me ordenó rezar:
A las matronas rosadas que preparaban el harina
me ordenó rezar:
A los grillos que invadían el atardecer
me ordenó rezar:
Con grilletes en los tobillos de mi nombre
me ordenó rezar:
Con la división del silencio en un espejo
me ordenó rezar:
Sobre la coagulada sangre de los cerdos
me ordenó rezar:
Sobre el inmóvil suelo regado de uñas
me ordenó rezar:
Entre las bromelias del matorral xerófilo
me ordenó rezar:
Entre el sarro de dientes carnívoros
me ordenó rezar:
Sin hermanos en la comida del invierno
me ordenó rezar:
Sin brazos en el abrazo del vacío
me ordenó rezar:
Desde las tripas recogidas por el amor
me ordenó rezar:
Desde los barcoluengos hundidos en la fantasía
me ordenó rezar:
Cuando los cuerpos se amontonaron sin Septiembre,
indeseados en las bocas penitentes del sol roído,
me pidió silencio:
Sin preguntar, sin desdoblar las rodillas,
me dejé caer en la indiferencia universal:
En el desierto la niña ya es mujer
y da a luz a dos hermanos que habrán de finalizarse
el uno al otro en acto sagrado:
Los pueblos en los bajos de las montañas
preparan las palanganas que recogerán
la sangre caliente de los herederos fratricidas
y trazan una cruz con ceniza
en las frentes de los recién nacidos:
Un solo gallo basta para abarcar tanto canto,
tanto amanecer,
tanta tragedia.
ser escupida hacia el desierto:
Vi la saliva seca de la niña sagrada
ser escupida hacia el desierto:
Y dios me ordenó rezar:
Por las tardes melladas de vínculos pristinos
me ordenó rezar:
por los juramentos enfebrecidos del norte
me ordenó rezar:
A las matronas rosadas que preparaban el harina
me ordenó rezar:
A los grillos que invadían el atardecer
me ordenó rezar:
Con grilletes en los tobillos de mi nombre
me ordenó rezar:
Con la división del silencio en un espejo
me ordenó rezar:
Sobre la coagulada sangre de los cerdos
me ordenó rezar:
Sobre el inmóvil suelo regado de uñas
me ordenó rezar:
Entre las bromelias del matorral xerófilo
me ordenó rezar:
Entre el sarro de dientes carnívoros
me ordenó rezar:
Sin hermanos en la comida del invierno
me ordenó rezar:
Sin brazos en el abrazo del vacío
me ordenó rezar:
Desde las tripas recogidas por el amor
me ordenó rezar:
Desde los barcoluengos hundidos en la fantasía
me ordenó rezar:
Cuando los cuerpos se amontonaron sin Septiembre,
indeseados en las bocas penitentes del sol roído,
me pidió silencio:
Sin preguntar, sin desdoblar las rodillas,
me dejé caer en la indiferencia universal:
En el desierto la niña ya es mujer
y da a luz a dos hermanos que habrán de finalizarse
el uno al otro en acto sagrado:
Los pueblos en los bajos de las montañas
preparan las palanganas que recogerán
la sangre caliente de los herederos fratricidas
y trazan una cruz con ceniza
en las frentes de los recién nacidos:
Un solo gallo basta para abarcar tanto canto,
tanto amanecer,
tanta tragedia.
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