En el camino a no sé dónde
perdí el lenguaje:
No sólo había perdido mi destino
sino también las palabras
para preguntar el camino:
Un lugar siempre espera,
no es inestable como el ser humano:
Pero si perdí su nombre
si no puedo recordarlo,
puede que no haya tal lugar:
Sólo el miedo respira
en la punta de los ojos:
Mi existencia sin nombre
tampoco existe sin su bautismo,
y soy un grito en el miedo:
El círculo se cierra
y recuerdo
que no iba a ninguna parte,
ni tenía palabra que decir,
que sólo hubo y habrá miedo,
y que vivo para abrir y cerrar
un círculo.