Pensando en Friedrich, Robert,
Edgar, Vladimir,
la chimenea arrulla el fuego para
que muera,
viendo mis dedos mortales caminar
las páginas
de la ceniza, la ceniza de los
días, mis dedos,
asumo racionalmente que el momento
es único,
pero es repetible en cuanto lo
olvidamos: no es:
Pensando en ustedes, en nosotros,
creo en la cobardía,
que es otro espejo ilusorio de
nuestra conciencia,
toda el agua no pasa por la
garganta,
toda la tierra no cabe en las
manos,
toda la humanidad no nace en el
tiempo:
Ellos lo supieron, los pienso, y
soy el sol sobre Herisau
o las pesadas piedras a orillas del Neckar:
Nosotros los miramos tras escaparates mundanos
y caminamos nuestra no vida sin riesgo,
nuestra poesía llena de vanidades
-El
vacío me cierra la mano