28.1.14

El segundo lamento de don Calvo

Pensando en Friedrich, Robert, Edgar, Vladimir,
la chimenea arrulla el fuego para que muera,
viendo mis dedos mortales caminar las páginas
de la ceniza, la ceniza de los días, mis dedos,
asumo racionalmente que el momento es único,
pero es repetible en cuanto lo olvidamos: no es:
Pensando en ustedes, en nosotros, creo en la cobardía,
que es otro espejo ilusorio de nuestra conciencia,
toda el agua no pasa por la garganta,
toda la tierra no cabe en las manos,
toda la humanidad no nace en el tiempo:
Ellos lo supieron, los pienso, y soy el sol sobre Herisau
o las pesadas piedras a orillas del Neckar:
Nosotros los miramos tras escaparates mundanos
y caminamos nuestra no vida sin riesgo,
nuestra poesía llena de vanidades

                                                  -El vacío me cierra la mano