Ah, la mañana revuelta como sus
cabellos,
rojos de amor y odio, algo de asco
(el té ha hablado):
Sol por los huesos, amargo
despertar en la nada,
la nada abriendo las cortinas de toile,
el mundo en un bostezo,
mirarla es contemplar la carne del
pasado,
en su rostro está la historia de
los hombres rotos:
De piedra azul, migración de
palabras, soledad:
Ah, mañana sin ella con ella
ahogada (el mar en la boca)
fluido del ser en el aire,
conciencia del tiempo/¿dónde?:
En el aroma que desprende la
tierra, ácido, viejo,
allí el tiempo nos despide a todos
y se prepara su hipogeo:
Ah, yo soy el lamento del tiempo,
su angustia y llanto,
una lágrima que el tiempo dejó caer
en descuido:
Y la mañana se borra tras las
estatuas, y ella clama por mí:
Bajo el horno del oeste la materia
se disgrega en protesta,
el yo no es en el otro
y los otros no sacrifican al
tiempo.