He comido el
abismo:
Su carne es
como un espejo infinito, uno
donde todos los
nervios de la miseria humana se mastican:
¿Debería
enumerarlos, aquí entre los abismos,
cuando usted
los conoce, los ha visto, cada uno en su trono?
Bajo la luz de
las chispas que sueltan las tormentas
he sido cimbrado
como una gota,
me han desecado
todo el aliento:
(La vida se festeja
en las plazas del ayuntamiento,
bajo la atenta
mirada de los procreadores decapitados)
Yo escribo
aquí, aquí donde ha hecho nido la vesania,
viejos buitres
que se despiojan entre mis nervios:
Escribo apenas,
y estas palabras que no son ni poesía
me reclaman
realces de jaspe y oro y viejos continentes:
Yo les digo que
no las puedo vestir con ropas hermosas,
y que el
invierno va a romperles los huesos.