Decir estoy muerto es no decir nada:
sembrada la boca con piedra, es el muerto el que muere.
Estoy vivo, dicen en los hornos
los trabajadores con el amor en las manos
pero los recuerdos en la ceniza,
estoy vivo, lastima,
vivo, dueles:
Duele la página que pasa:
Pero el libro, aún entre tus manos, se cierra.