28.12.16

Capítulo mental

Miré el suelo frente a mí: ¿Por qué todo el mundo miraba hacia la infinidad del espacio cuando nuestra tierra ofrecía infinitas posibilidades? Todas esas nucas inclinadas me molestaban. Dejé caer la cabeza pesadamente, y miré el suelo frente a mí: El reflejo de cientos de luces, de millones de estrellas, de miles de sombras, retumbaba en el agua de lluvia que cubría el cemento. Cada pequeño reflejo trataba de contar una historia, o callarse una vida, o llorar una muerte: Mis ojos apenas acaparaban lo que se les había enseñado a acaparar, no podían salirse de esa ficción por mucho que quisieran, pues, ante el intento, la mente se cerraba sobre sí misma como un gusano herido. Las risas como sueños vomitados al viento, los inquietos pies borrachos danzando o arrastrándose primitivamente, el tintineo de los recuerdos caídos al suelo, mezclados con falsas lágrimas o verdadera pena, la carne circulando para buscarse y encontrarse, el retumbar que los fuegos artificiales largaban como muriendo, las mentes blanqueadas por spots publicitarios o falsas esperanzas, el choque de los animales con una realidad cubierta de luces. Pocas cosas que puedo describir, de las miles o millones que percibía. Era un final de año más. Era un comienzo más. Como no podía ser final ni comienzo al mismo tiempo, no era nada. Era una yuxtaposición de ideas equivocadas. Pero poco me importaba, no cambiaría el mundo por mi pequeño capricho existencial (uno bastante infantil, debo decir).
Luego de ver el reflejo del incendio que sucedía en el cielo en el suelo, sin levantar la mirada, comencé a caminar. Como una cuenta regresiva, comencé a caminar. Como un conteo progresivo, comencé a caminar. ¿Ahora era yo el imposible? ¿El formado por una crisis de ideas equivocadas? Siempre lo había sido, dado el caso, así que poco importaba.
Los días de descubrimiento se habían podrido bajo campanas disonantes. Los dulces días de autodescubrimiento se habían enterrado en una marea de mastines hechos de yeso. Mi joven sorpresa, la hermosa y dulce sorpresa, que me sacudía al abrir un libro nuevo, que me dejaba sin aire al escuchar una banda diferente, que me hacía sentir único al ser amado por una muchacha que apenas me conocía, que me desternillaba al darme nuevas razones por las que reír, la sorpresa en estado puro, cruda, viva, ¿dónde? ¿Dónde? ¿Dónde estaba ese nudo en la garganta mientras leía Crimen y Castigo por primera vez? ¿Dónde los huesos haciéndose agua por el sonido fresco del retro rock y sus new wavers? ¿Dónde las lágrimas por el arte de Terrence Malick? En ningún lado (A menos que el pasado tenga un espacio físico, lo cual me es desconocido) Ese sacudón existencial simplemente no volvería a suceder, por muchos años que terminaran y por muchos años que empezaran. Sólo iba quedando una piel cada vez más vacía de color y más llena de recuerdos. Una piel gris como la de una serpiente. Dura y fría. Yo vovía a la tierra a arrastrarme, sí. Sin extremidades que ejercitar, que me ayudaran a escapar del mismo lugar. Me arrastraba como un círculo, flaco, desnudo.
Seguramente habría muchos como yo ahí afuera, pero ¿Dónde estaban? ¿Por qué no llamaban a una reunión de emergencia entre cucarachas sin vida? ¿Por qué nadie nombraba mi nombre mientras ese año moría? ¿Acaso importaba? Era hora de morir, quizás no importaba. Como Quentin Compson fantaseando con su hermana y el incesto en su último día, yo fantaseaba con mi último día en mi potencial última fantasía. Mi río Charles podía ser cualquier cosa.
Pero de momento sólo podía seguir arrastrándome, arrastrándome como un círculo, infinitamente. Una niña desconocida se alejó de su familia y me gritó algo de feliz año nuevo. Levanté la vista para ver su inocente sonrisa hasta que se fue. La nimia esperanza que por un momento me enfermó se curó al pensar en el ciclo eterno en el que estamos atrapados. Esa niña, dentro de muchos años nuevos, estaría planteándose si valía la pena mirar el cielo mientras recorría su vida mentalmente. Quizás con hijos indeseados, quizás sin familia, quizás terminaría siendo una serpiente, como yo. ¿O podría romper el proceso? La angustia que la duda causaba era peor que cualquier certeza.
No volví a mirar ni al suelo ni al cielo. Miraba un gris sin forma en el centro del dolor.  Dudar... allí estaba todo porque nada se encontraba. Sobre el mojado asfalto se movían como siluetas bailarinas todas las cosas del mundo, y yo no miraba nada. Mi botella en el extenso mar de pensamientos, mi fracción de tiempo en la relatividad del ser: No fui, y me dejé no ser en la noche comida por los cuervos del deseo. 




"Es una cruel trampa
cómo nos encontramos a nosotros mismos
cuando perdemos todo lo demás." 

17.12.16

Finalmente viéndote

"My brother, unyielding sword of Lothric's Prince. Rise, if you would...
 For that is our curse."
 
Lothric, joven príncipe, Dark souls 3

El santuario de tu cara fue opacado por la luz del amor:
Te fuiste creciendo para el pasado, siendo hombre mientras los años
retrocedían:
Y nada se interpuso entre los tigres de tus dientes,
nada entre los muros de tus uñas:
Todo fue creado para que lo vieras,
y sin embargo decidiste agachar la cabeza
sobre una página pálida, muerta de pálida,
y escribirme el amor sin luz que te doblaba la espalda,
los no años que te sepultaban la tripa:
Y evité verme en la tercer cara de tu espejo,
con los ojos sobre tu espina dorsal,
marcada como una cordillera por el hambre mental
que sufriste en esos días sin estaciones:
Tu cuerpo de batalla, tu cuerpo de cuerpos,
tu cuerpo de mí, tu cuerpo de niño:
Alumbrando en los relatos antiguos
de viejos árboles que rodeaban
el camino de nuestra infancia:
Hasta después de la muerte que no ha llegado
estás soterrado, latiendo en osarios mudos,
hablando de interminables piedras
lamidas por la lengua de tu alma:

Regreso siempre al santuario, olvidado y violado por el tiempo,
para opacar tu rostro con mi rostro sin nombre:
Para opacarme el nombre con tu amor sin rostro:
para sin rostro nombrarte en el infinito.


14.12.16

Sayonara, yake uta

Ya fantasma, sin diccionario a mano, sin vocabulario,
sin pomposidad, sin vida, sin pájaros, sin sobornos, sin silencios,
me encontraron, desnudo, tirado bajo un río,
que estaba bajo un puente:
Debajo x2, multiplicador de fantasma:
Y ahora sin sin, me no expreso como debe ser,
me sumo a la mediocridad rutinaria
de escribir porque sale, porque creo habitar poesía,
porque los lectores, porque mi visión:
Las muertes son tan en vano que ni el ganado agradece
el joven pasto que da nuestra invitalidad:
Mas los poetas insisten en sugerir vacuos sentidos
hacia un horizonte que, callado, sólo espera
la destrucción del verso:

Y las manos que siempre, siempre tiemblan:
Ya pecadoras, esperando los versos
que les den la absolución.

10.12.16

Sandra Figueroa, un poema


No es


Por suerte me llamaste.
Por suerte fui.
Recorrimos el tiempo
cuesta abajo en la llanura
hasta sangrar.

Vi la mirada frente a frente,
la oscuridad insepulta,
los hundidos ojos:
lo insoportable.

Sentada allí,
pequeña roja de pelo negro
la tristeza ví,
o era el miedo,
la crujiente madera:
¿nogal o roble?
¿De qué mixtura?

Adentro en el pecho
la misma soledad:
sin tiempo.

La película, el microfilm ,
los gritos alcohólicos que besan el aire,
los ojos alcohólicos,
la negrura incipiente toca tus pies
con la fuerza del viento.

Abrimos el cajón de los tiempos:
resonaba en el corazón
como una música disfónica.

Hacia dónde escapar
esta noche tan oscura la verdad
que despierta por lejanos cielos
y tú pequeña a qué distancia
puedes ver una y otra vez lo que no es:

Lo que no es.



                                                                            Sandra Figueroa, poema inédito (dic. 2016)




6.12.16

Adiós, poesía II

Si bien el sueño se difumina en cuanto trato de rearmarlo,
puedo reconocer fuerza en él, o nostalgia, o una posible extensión
de una posible vida mía:
Un voyage de autodescubrimiento,
o una necesidad de llegar a un lugar
¿al que pudiera llamar hogar?
¿Donde me esperaban grandes respuestas?
¿Donde encontraría mi finalidad
o mi fin?
En todo caso, la necesidad de llegar ahí era desesperante:
Nuevo México, EEUU;
Varado en la estación de ¿buses?
esperaba junto a otras cuatro personas (cuatro yo)
no sé qué para llegar al Lugar:
Dos jovencitas en un coche, dos bien americanas jóvenes,
se acercaron y se ofrecieron para llevarme (aquí estaba solo, ego):
La que supuse era la más locuaz y sociable
me dijo, sin haber dicho yo una palabra,
que sabía cómo llegar allí (there, there):
Tenía un beanie girs atrapando una frondosa cabellera rubia poco cuidada,
tenía unos ojos marrones atrapados en el blanco de su belleza,
tenía algo de sirena y algo de perro callejero,
y me decía con una sonrisa (si bien las gordas nubes tapaban toda posibilidad de cielo)
"Sé cómo llegar ahí, lo sé";
y sin más comezamos a viajar (los compañeros de viaje,
tanto los de ella como los míos, aparecían y desaparecían
según lo recurriera la situación, ego):
Pasamos por un viejo río donde el agua amenazaba la vida misma,
fuimos a la casa de una anciana dura, de esas que vieron
el comienzo y el final de todas las cosas,
que nos despidió con una advertencia:
Ella, la chica del beanie, me arrinconó casi llorando,
antes de volver a partir, y me dijo, tomando mi rostro entre sus pequeñas manos,
que quería más que nadie que encontrara el Lugar,
pero que no quería, a la vez, que yo "............................":
Luego de eso nos besamos, y luego de eso partimos con más tristeza que antes,
y luego de eso nos amábamos (oh, su sonrisa), y luego de eso todo era cada vez menos claro,
el sueño era cada vez menos sueño, la vida menos vida,
el Lugar menos significado, el viaje más difuso,
hasta que desperté, con el olor de la vieja realidad tapándome los pulmones:
Y triste me levanté, e hice el desayuno, y revisé mi correo,
y tomé vitaminas y un ansiolítico, y decidí escribir por necesidad (aunque tal vez,
toda mi escritura haya sido por ello) este sueño sin nada extravagante ni peculiar,
que me dejó en una angustia algo fantástica, o ajena, aunque mía (?):
Y escribí esto escuchando música y buscando,
primero en mi memoria y luego en la memoria virtual,
a la chica del beanie gris, pero nada satisfizo mi necesidad de recrearla,
y tuve que escribirla, y olvidar mi propósito real,
lo msimo que sucedió en el sueño, si usted que lee recuerda:
Empezó con la necesidad de encontrar un Lugar,
acabó con la necesidad de estar con ella para siempre:
Y así fui olvidando todo propósito o voluntad,
para rendirme a esta nimia e inútil tarea de recreación (apenas precisa),
y pensar que el sueño y el poema son formas baratas de mentirme,
que podría parafrasear a Yeats y decir que aunque ya estoy viejo de vagar,
por tierras ni bajas ni altas, descubriré dónde se ha ido,
y besaré sus labios y tomaré sus manos,
and walk among long dappled grass,
and pluck till time and times are done...
y con una lágrima despedir lo que no es ni será,
y escribirlo, quizá para convencerme de algo,
quizá para no olvidar algún detalle,
y terminar y seguir una vida patética
de sueño sin sueño,
de pronto olvido,
de lenguaje engañando el propósito del tiempo.

29.11.16

Dios te salve, cómputo

Un minuto más tarde se pensaron muertos:
Vivos no podían ajustarse los huesos:
Asustados se perdieron el miedo:
Endiosados crearon las puertas:
Dos fallos en el sistema, dos fantasmas en la luz:
Dos rendidos sin guerra, dos polvos sin tierra:
Dos rimas en un poema objetivista, dos gatos en una caja:
Dos dos sin sumar, dos pies de distintas huellas:
¿Y quién los supo? ¿Quién los transplantó?
¿Quién les dijo que amar era estar lleno de distancia?
¿Quién nombró amor por sobre toda cosa viviente
mientras dos desconocían el verbo,
mientras dos no distinguían una sombra,
una sombra sola que venía de dos?

Un minuto más tarde alguien los escribió,
pero uno y uno sólo podían numerarse
en el dolor de ser dos.

23.11.16

Adiós, poesía

Cuando ni las palabras alcanzan, alguien dijo que se justificaba
la existencia de la poesía:
Esto es un claro error, es infavalorar la perspicacia del que todo lo nombra:
Y ¿dónde estuviste? ¿Qué viste? ¿Dónde viviste?
En un mundo sin palabras, vi un mundo sin lenguaje, viví lo silente:
Un adiós nunca es para siempre, ni siquiera es un adiós:
Es una excusa para dejar algo
y tener a dónde volver:
Pero si ese algo es tan abstracto que no puede siquiera formarse
en una esfera de titanita centelleante, o una calle inflamada,
¿Cuál es la excusa? El engaño, se supondría:
Como cualquiera en su rutina perruna, esto no es diferente:
Engaño e ilusiones falsas, para creer que algo nos espera:
En fin, sin inteligencia o inspiración mucho no se puede,
pero claro está que puede fingirse, como ya dijo Borges:
Y acá estoy, fingiendo desesperado,
pues una noche cerrada, una noche amenazante,
me dijo en sueños:
"Serás poeta o no serás nada":

Ignoró, quizás, que yo simplemente paseo
en el medio de dos términos tan relativos.

18.10.16

Dos hermanos

Tersa estepa la del verso:
muere para nacer en el invierno de un lector:
Sin embargo, todos aquí conocemos la mentira mayor,
la que se estampa contra la pared nocturna:

Mi desesperación es mayor que mi ingenio,
por lo que las palabras son simples mecanismos catárticos,
sin brújula alguna.
Y usted que lee se engaña pensando
 que ahora contempla un poema.

Un hermano

Si la casa de agua se cae del agua hacia el agua
el náufrago es la misma agua:
O quienes en ella se ahogan:
Y este pedazo de barro que se duerme en mi cama,
indefenso ante los vientos inextinguibles del dolor:
Tiene sueño y cabecea, con un cigarrillo en la boca me pide fuego:
Los ojos rojos tiene, como si el ocaso se le derramara del cerebro:
La boca agrietada tiene, como si los besos ausentes lo mordieran:
Las manos temblorosos tiene, como si tuviera miedo:
Pero digo que el agua y el barro se destruyen mutuamente en su pelo:
Sonríe y dice un chiste que no tiene gracia:
Simplemente está cansado, del agua, del barro, de mi poesía, del chiste y la gracia:
Sólo quiere dormir unas horas antes de ser consumido por el yugo de la realidad:
Y qué hago yo, náufrago de mi propia existencia:
Escribo esta basura inútil,
este ego concentrado en el cuerpo de una verdad blanca:
No puedo consolarlo, no puedo aliviar su carga:
Agacho ahora la cabeza, cansado o náufrago o agua,
y en su rostro dormido leo, en su piel blanca muerta leo:

No vuelvas a escribir este poema,
sólo prolongará
esto.

26.9.16

Entrada XI




 Todos padecemos dolores fantasmas aquí:
Tú los padeces, y a nosotros nos duele tu fantasma:
Y somos todos ese fantasma
o el dolor:
Y ese fantasma o ese dolor fue alguna vez resuelto:
 https://gcdn.emol.cl/fenomenos-paranormales/files/2016/06/Prueba-ontol%C3%B3gica-de-Godel-en-notaci%C3%B3n-matem%C3%A1tica.png
de esta forma:
¿Cómo contradecir la lógica?
Con lógica:
Ax. 4 es necesariamente relativo:
Ser NE no es ser semejante a dios:
Es ser semejante al dolor:
¿Y el dolor no es dios?
Nosotros somos dios:
Y ninguno es algo:


Fluimos como podemos:
¿Y esta macroconciencia que se desarrolló?
Tales definiciones son restrictivas,
cuidado, poeta:
Pero sí tienes razón en que cada palabra nuestra
es el principio y el final del universo:
Cada letra es una galaxia:
Elípticas
espirales
lenticulares
irregulares
activas
Pero una vez que el suministro de hidrógeno en elementos pesados cese
cesará la creación:
¿Pero de qué hablas, yo?
Del lenguaje y su engaño finito:
Esta oración contiene el agujero negro supermasivo de un cabello.

Del libro inédito "Nuestros días se terminaron"

6.9.16

¿Otro 7 de Septiembre?

Día de lluvia. Negra. Suave como la melaza. Insabora como la existencia.
Pensé que no vería esta lluvia, que no la no-saborearía. Que no sentiría su golpeteo constante
en las chapas que cubren la tumba que llamo hogar.
Pero pasó la medianoche, y seguí sintiendo el agua, el humo del cigarrillo, la risa
de mi hermano:
La risa de mi hermano:
De haber sabido que esa risa atrofiaría todos los sentidos de la muerte,
que destaparía los oídos de las circunstancias, que
voltearía al mundo para que se viera cara a cara con la vida,
de haberlo sabido, hubiera vivido toda mi vida al revés,
esperando sólo (mientras los años pasaran tras los años,
como muros derrumbándose en contramano) ese momento,
ese momento en que la oclusión ambiental fuera acribillada por esa risa:
Nos salvamos en las palabras, por unos minutos. Literalmente.
Reconstruimos una vieja leyenda aborígen. Jugamos a ser chamanes.
Fuimos esos dos lejanos nenes que perseguían las sombras de los perros
mientras el tiempo derrocaba leyes y bellezas:
Es imposible transmitir las sensaciones con meras palabras, al menos,
no las sensaciones de ese momento.
Así como todos tienen un monumento mental donde alguna vez fueron felices,
yo lo erigí junto a mi hermano, para luego derribarlo y divertirnos entre los escombros
de nosotros mismos:
Riendo:
Y pensé en los caminos que tomaron forma de personas para permitirme llegar hasta allí:
Amiga Sandra, fuiste (sos) un pilar, un camino, un destino:
Sin vos no estaría acá, ni estaría escribiendo esto,
ni estaría riendo junto a mi hermano:
Sí, transparente como una hoja asustada, te nombro, te invoco,
te bautizo, te bendigo, te construyo, te sonrío:
¿Cómo te convertiste en la medianoche de mi insomnio?
Siendo, alargándote como una rama que se rebela contra el árbol
para acariciar la tierra toda:
Gracias por haberte hecho el camino donde mis pies se mueven sin miedo:

No puedo incluir lo que no siento al escribir:
Así que los no aludidos deberán esperar o ignorarme:
Esta noche, este yo, esto que soy,
es gracias a quienes nombro y a quienes callo,
pero el agradecimiento sólo puede nombrar aquello a lo que se debe:

30 veces yo:
30 veces otro:
30 veces mi sombra,
30 veces esta noche

por siempre. 
 

21.8.16

Poemas biográficos

Vuelve el insomnio:
Cuando estás despierto y la noche te sueña:
El dolor es parecido a este sueño:
Pero tu cuerpo lo expresa:
¿Cómo, en el gran Olimpo, osan mitigar la mortalidad?
Es simplemente el sueño,
otro dolor venido de otro sueño:
Con Olimpo se refiere uno a alguna calle inundada
o a un teatro lleno de poetas muertos:
El olor que desprenden sus cadáveres es bautizado:
Poesía:
Y no sólo regresa el insomnio con sus muelas de perro:
Regresa la migraña existencial, la contractura en la sombra:
Y desesperado buscamos un espejo,
a esas horas de la noche en que la noche te sueña,
y encontramos la luz metida en nuestra lengua,
y el reflejo dormido
soñando que lo miras insomne:

Eras la noche.

18.8.16

El gran ahora

Hablando de miedo miré ciertas partículas a la cara:
Con ojos de polvo lloraron sobre lágrima derramada:
De quién:
Tuyas o del cielo que se desencajó de sus engranajes:
El cielo mecánico que funciona en tu cabeza:
El dolor divino que te pinta el alma:
Las moléculas dispersas como los egos:
Crecer para ser serpiente o lechuza,
caer para ser montaña o suicida:
Levantarse para ser humano y bostezar al mediodía:

El sol enrojecido torna tu celo hacia las recámaras del odio,
donde el amor se revuelca con la conciencia:

Ahora es tiempo de grandeza,
la belleza atrapada en las partículas,
el miedo íntegro circulando en la córnea:
del sol:
Sol sangre:
Sol ahora:
Día perdido,
y sigues bostezando,
incluso sin boca ni aire que abrir.

9.8.16

Kern

Sentirse más viejo que el tiempo es una abstracción ignorante:
Los amigos criados en granjas estéticas, las sombras crecidas en huertas sin sol:
A lo imposible no le puede seguir el es:
Lo imposible es
-Kernel Data Inpage Error X
Saber de círculos donde se tormenta la calma,
que ir y tocar es la espiral de los druidas,
Quetzalcoatl, tocar esas plumas,
y entre volar y arrastrarse,
saber que esas plumas son la nostalgia de la muerte:

Pensarse más ignorante que el pensamiento es una figura retórica:
Pensarse es soberbia, soberbia es limitación, limitación es pensamiento:
Bueyes de Marte tirando arados mortales,
si su destino era cercano a un dios:
Pero dios pensó,
y todo lo imposible se hizo lo posible:

Y en las células que te componen duerme cada inmortal rosa:
Día a día te florecen en el tiempo,
la extensión absoluta de tu cuerpo:
Dolor de otra belleza en el error de lo viviente.


6.8.16

Morir en Tokyo

I´m a negative creep, i´m a negative creep, i´m a negative creep
and i´m stoned

Nirvana, Negative creep
 
He aquí el ráncido rey otoñal, demonio arrodilado en el pináculo:
He aquí Buda destripado por la psicología:
He aquí el cerezo invertido hacia la ansiedad:

Sirenas de dolor sobre cabezas negras,
dolor del ruido en caras pálidas:
El neón en simbiosis con el ramen,
la luna en silencio con la ceguera:
El sol ciego:

¿Entenderían si dijera lo que se siente,
que tu mente viole a tu propia mente? 

No, las prefecturas se doblan la cervis en tristeza:
Yo asciendo al trono del ser:
Y ser es temer:
Y temer es reinar:

Un sol rojo. Rojo o blanco. ¿Cuál es la diferencia de los colores
ante la muerte?  
Reinar como el último de una dinastía maldecida
por todos los veranos y todos los girasoles:
Asentir temblando, blanco o rojo, 
ante la verdad del miedo:

Un poema desechable, y sin embargo escrito:
Yace aquí la verdad del horror.

25.7.16

Noche X

Me enterré debajo de mí mismo, para evitar desgracias:
Pero la fuerza de gravedad en el centro torácico de mi existencia
sólo puede cambiar tanto:
Vacío al vacío, como la serpiente sin vuelo pero con tierra:
Y de estas fantasías colmadas del terror infantil queda un reguero de flores:
Flores sin cabeza y sin fantasía, fantasías sin sangre ni caminos:
Y las elecciones de repente son una duda:
Cada una de ellas carece de consecuencias,
y me encuentro al horror de frente,
grotesco cuerpo de hombre con cabeza de cerdo,
tachuelas y clavos en los tejidos que lo alzan
sobre la moral del tiempo:
Soy la consecuencia, digo. Dice: Un sol abre la boca en la cabeza de un niño:
Flemas y un estornudo, jardines de almendros desnudos sobre la belleza:
Las mitocondrias sintetizando ATP en la membrana del dolor:
Manos temblando y una soledad que no cesa, un león cruzado:
Consecuencias mas elección ninguna:
Enterradas, olvidadas, silenciadas:

Y debajo de mí mismo no hago más que encontrarte,
inútil muerte mía.

12.7.16

Sueñe con ella

 A V.


Lector, sueñe con ella:
Vea cómo late un laberinto de trigo bajo la piel gualda:
observe la noche muda apretarse entre sus piernas:
sienta el aliento de pantera dormida:
sufra los cambiantes colores de su pelo:
desaparezca en cada átomo que la erige,
como a un castillo inimaginable, como a un torrente despierto:
vea a contraluz su soledad entre las sombras que la dibujan:
materialice su ausencia en la presencia del universo
que se desploma en sus ojos muertos:
raspe su cordura con el temblor leve de sus labios:
abra su carne con los dedos que penden de una uña:
esquematice la cordura que delira sobre vanas ilusiones en yertos pies fríos:

Vea cómo empieza ahí, en el límite de su tristeza,
bella forma de velo caído o rosa invertebrada:

Sepa que ella empieza donde termina su sueño, lector,
y que usted jamás despertará.

21.6.16

La noche VIII

El árbol cae y es rey:
Nadie lo oye, y no existe:
Un rey sin existencia es un rey humano:
Caemos y nadie nos oye caer:
No existimos al caer: Existe la tierra que nos detiene:
Y somos la tierra, abierta como un ojo,
desfasada, agujerada por los matices de las circunstancias:
Lo posible es aquello que no da sombra:
Y en esa habitación vacía lo espero,
pues no hay luz posible:
El amor ha sido castrado por la fantasía:
Sin amor ni luz ni árbol,
espero inmóvil a la realidad para que me cuente todo:
Conozco de palmo a palmo la soledad, ahora,
sin sombra:
Solo y sin nombre:

La soledad es un hombre ciego en una habitación ciega.

13.6.16

La noche VI

Las fábricas no duermen, no duermen, miran
su propia boca abierta, boca de industria, agujero vacío:
Los obreros se mueren al regresar a casa,
luego de la comida revientan como una estrella en la soledad del espacio:
Y las mujeres los lloran, no por tristeza, sino por resistencia:
Y los hijos pierden la cabeza,
la ven rodar hacia el mundo exterior junto a su infancia:
Las zonas industriales suelen estar regadas de infancias perdidas,
llamadas a veces residuos tóxicos:
Por allí se pasea la muerte, adoptando hijos:
Aunque los pájaros embellecen de cuando en cuando el silencio,
son sólo eso, pájaros: Máquinas naturales siguiendo un patrón natural:
La belleza no reside ni en su canto ni en su plumaje,
sino en lo que rompen con el canto, lo que oscurecen con el plumaje:
Pero ningún poeta podrá comprender estas banalidades, jamás:
Insistirán en la belleza del mundo,
o harán alegorías espectaculares sobre lo mundano:
El lirismo y el obejitivismo son la misma moneda, sin caras:
La estructura preciosista y la caótica son gemelas:
¿Y entonces a qué vienen estas divisiones y estas diatribas?
A rellenar:
Como las fábricas rellenan con su propio vacío el vacío que son de noche
los poetas vienen a fabricar vacíos para rellenar la nada:

Lo que está después de la nada, sólo eso, merece ser contemplado en silencio,
hasta el olvido absoluto del lenguaje y su humanidad.

7.6.16

La noche IV

La muerte podría ser mi perfume, ¿sabe?
Pero no hablemos de ello, hablemos de la noche:
Este momento en el que tantos han escrito
desgracias y alegrías, soledades y compañías:
Nos vamos quedando sin descripciones para la noche,
las metáforas se acaban, aunque muchos hayan presumido que son infinitas:
¿La noche del solitario que tiene enfrente?
No es muy diferente a la de los demás, créame:
Pero sí tiene algunos matices, algunas aristas, algunos huecos
indefinidos:
Pero cansina sería la tarea de explicarlo con mera poesía:
Seamos informales, un poco:
Hoy, por ejemplo, no podía dormir porque al cerrar los ojos
veía los rostros de mis conocidos:
Pero no eran normales, se hinchaban y deformaban grotescamente,
irreconocibles, horrendos; sueños despiertos de alguien
al borde de la locura: Alguien que soñaba ser yo:
A pesar de ello dormí en algún momento, pero algo me despertó:
Dolor, quizás, un poco. Fiebre. Miedo. Soledad:
Estas cosas de las que me creo tan dueño y no son más que estados:
Estados de la razón, de la mente atormentada, del duelo de existir como uno solo:
Le dije que no había nada extraordinario en esta noche:
Ni siquiera la particularidad de que sea mía, mi noche, la hace diferente:
¿Y por qué escribe, dejando todo su lirismo, hablando banalidades?
Se preguntará:
Y mi respuesta es simple:
No tengo idea:
¿Esto no resume un poco la poesía? ¿Lo que día a día leemos?
Excusas y mentiras, trampas y laberintos de palabras:
¿Y para qué? ¿Para que una miserable desatienda mi necesidad de amor?
¿Para que un imbécil ignore mi llanto de desamor?
¿Para que los hijos sigan siendo los idiotas que llevarán el legado de la idiotez propia?
¿Para que el perro le ladre a la nada? ¿El gato se erice ante la nada?
Oh, quizás haya algo allí:
Una respuesta en una pregunta:
La nada:
Le hablé de la muerte, mi perfume, y de la nada, mi respuesta:
Lector, ¿Aún ignora la razón por la que escribo?
De ser el caso, déjeme darle una respuesta satisfactoria,
para dejarlo volver a su vida y a sus pasiones inútiles:

Escribo porque es de noche:

Recuérdelo, para que cuando su miseria lo canse de ser usted,
vuelva, agotado y viejo, a esta página, a esta conversación baladí,
y leyendo en voz baja, un poco ronca,
sea usted yo, mi carne y mi hueso,
y aplastado por la angustia y el pesado manto del silencio,
lea algo inútil
sólo porque es de noche.

3.6.16

La caída de Angus

De huesos bajo huesos, yace mi fertilidad invertida:
De dolor y camino, y llanos disecados y mares muertos:
Yo, que caído entre la mortalidad ordinaria,
directo del linaje de Angus, el triste,
busqué entre los músculos de la tierra toda
el amor y el sabor del amor: Y supe que todo beso es muerte:
Despojado de mi gloria, desnudo entre llamas ocres,
probé de una boca lo que ha de morir:
El amor, dijeron, era libre, y bello, y un sueño:
Y el romanticismo lo desolló y lo hizo carne:
Verbo: Amor: Humano: Nada:
Perdido por siempre en esta tierra donde ahora la lengua es pecado,
lleno de agujas y tiempo y algoritmos,
recuerdo al amor tambalearse en la cuerda del humanismo:
Y recuerdo a la boca húmeda que en un beso resumió a la humanidad entera:
Pero nada más:
Soy una conciencia plena y sola,
sin cuerpo que la contenga,
de tan libre sola:
Y unos números reducen lo lógico,
y me llaman Angus el viejo, Angus el loco, Angus el patético:
Porque en esta celda llamada mundo ya nadie recuerda al amor,
sólo yo,
vagando como viento, o polvo en el viento,
mirando las doradas manzanas y las plateadas manzanas hechas polvo,
mirando sin ojos el absoluto,
que ya nada recuerda,
sólo construye el presente continuamente:

Pronto seré parte de él, abismo sin humanidad,
y estaré en un mar de información y datos,
pero recordaré hasta el fin de mis días ese beso:
Oh, ironía de mi destino malogrado:
Recordaré hasta mis días sin fin el dolor de un beso.

25.5.16

Fórmula de la tristeza

Soledad: Boku no da: @silencio: luna cruzada sobre madera:
anatemas y fuego: inmateria desfasada: nueva reencarnación de lo etéreo:
chamán: dolor: mimbre: colmena: aguja: merecimiento:
π=pi=3,1415926: inicio: originación: tragedia: 2+2: locura:
sentimiento de descarga: pascales: dios desollado: cabras de oro:
2%: del abismo: si desaparece es inútil: existe: desaparecido:
abismo sobre abismo y piedra sobre F= soledad infinita:
llueva: trueno rajado: tormenta con cicatriz: mi medianoche:
corona: sangre inútil: algoritmo cerrado: cortado en dos el lenguaje se despierta:
Y es tan tarde que sólo desea la muerte: Cae el alba como un cadáver:
Yace el lenguaje con la mano sostenida: Anión monovalente: CN.
Oscuridad por siempre y para siempre.
Amén.

23.5.16

El poema más bello de la tierra

Detrás del oído hay una boca
que oye y no habla:
Las mandíbulas apretadas en perenne desolación,
los cuartos traseros hechos de cuarzo,
la dentadura reforzada
con acero martensítico envejecido,
los tendones llenos de aceite sintético:
Y sin embargo, en esa coraza sólo entra la lógica:
Un rey sin cabeza, un mendigo sin manos:
Las analogías son variadas y fáciles de encontrar:
Lo difícil del asunto es golpear en el nervio
de manera que se doble de tristeza:
O patear la caja torácica hasta que se hunda de amor:
Y de ello sacar palabra alguna:

Mas el rey desposeído, el sin consciencia, el supremo,
deja gacha su cabeza ante las miles de doncellas
que sin alma se quitan la piel para su deleite:
No eleva la voz cuando los jóvenes
se parten los labios en besos como puños:
No tiembla cuando el bufón de la corte,
un poeta oloroso a tinta y muerte,
le recita el poema más bello de la tierra:

El, quien sobre nosotros reina,
oye finalmente a la boca tras su oído hablar:
Levanta el pesado brazo de metal y apunta hacia alguna parte:
Y, por primera vez con sentimiento alguno,
lleno del fuego inviolado,
el fuego libre de humanidad,
dicta sentencia:
Córtenle la cabeza al poeta.

20.5.16

Última palabra, sueño de otoño

Despertar, el interior hirviendo, la cabeza seca:
Buscando el final del humano te encuentro cerca de mi tumba:
Vistes negras hojas secas, negras pieles de muertos:
Y sin embargo no hay opacidad en tu estar:
Te crecen árboles de los ojos, te caen grosellas de la boca:
Y no mueves los ojos:
tiesos como la última pregunta que te embarazó de pena:
Me miran porque tengo cuerpo:
Me miran porque te sueño:
Abro la boca seca, olorosa a lodo:
Apenas se despegan los labios para sisear un dolor:
Si me recuerdas, háblame:
En esta noche que revienta de silencio, dime una estupidez,
lo primero que te venga a la cabeza:
Tú, reina viva, reina muerta:
A este recoveco del mundo la luz no llega
porque no la he nombrado:
Habla, de estrellas inútiles, de senderos mudos,
de ríos estancados en su infinitud:
De lo que quieras, pero habla, nombra:
Porque lo que tu boca bautiza existe:
Porque yo trato de olvidar la palabra,
trato de dejar mi fantasía humana:
Pero antes de desaparecer hacia la conciencia pura,
dame una palabra, cualquiera,
nube, feldespato, arena, grasa, azul, tristeza:
para poder atarla a tu recuerdo,
que crecerá como generoso árbol:

Y bajo su sombra yaceré consciente por siempre,
sin humanidad,
aferrando el último significado que me diste.

12.5.16

Creación infinita de espadas

Inspirado por Emiya Shirō

Por el camino desciendo, un brazo destrozado:
La sangre no cesa, y va dejando su marca,
casi indefinible en un camino que es quizá más rojo:
Tierra de hierro, cuerpo de espadas:
Una tuerca infinita se eleva sobre mi cabeza,
y refleja mi roja sombra sobre el rojo camino:
Polvo que se levanta y está hecho no de granos,
sino de lágrimas detenidas en el tiempo:
Camino porque hay adelante lo que me espera:
Detrás mío se eleva una voz familiar:
-Ey, ese lugar al que vas es el infierno.
Su pena es como mía,
pero distinta: No tiene fe, está libre de esperanzas:
Sigo:
Al costado del camino una mártir trata de sostener
un corazón de cristal que se le quiebra entre las manos:
Tiene una loba de sayal corroída por el dolor,
las polillas le comieron los sueños:
No me detengo, aunque me duela, y la voz:
-Ey, hacia donde te diriges es el infierno.
Piso unos huesos, creo que son de vaca:
La osamenta observa con los ojos de abismo:
Los gallinazos se rascan con los picos
esperando al próximo en caer:
Es un niño, que se tambalea en medio del camino,
dice buscar a su madre:
Comprendo que la vaca era su madre,
e impotente sigo mi camino: Pero la voz:
-Ey, hacia donde vas se encuentra el infierno:
Cerca de mi destino me detengo para tomar aire:
Pero no hay aire para mi cuerpo roto,
hecho de espadas y óxido e ideales degollados:
Estoy cerca, y observo bien el lugar al que voy:
Y la voz detrás mío:
-El lugar al que vas es el infierno.
Y propio de mí pero incapáz de detenerme a no ser,
comprendo todo:
Quien me advierte de mi destino soy yo mismo:
Quien me espera en mi destino soy yo mismo:
Sonrío, como sonríen los derrotados,
incapaces de hacer nada:
Presiono los pies sobre esta tierra roja, tierra de nadie,
y camino sin destino,
Desterrado de mí,
esperándome en lugar ninguno.

10.5.16

Si no hay comas es porque no existen

estoy sentado con la nuca hecha hielo dos migas de pan se caen no las levanto porque no son importantes y uno es como las migas de pan pero en el gran esquema del mundo se escapa uno con la ilusión y la mentira de creerse importante pero de nuevo uno cae como las migas de pan y no sabe si fue miga o pan y no importa porque alguien lo barre esa es la importancia de las preguntas ninguna porque se barren el ser o los miles de conceptos o cientos que no estoy para contarlos que se tienen sobre lo que es ser se barren con un poco de realidad pero realidad es un concepto nada complicado desconocido decimos realidad a esto a lo que suponemos objetivo y ni siquiera lo objetivo existe la realidad no existe esto ya se dijo varias veces pero parece que a nadie le interesa y dicen vos no ves la realidad de las cosas por eso sos un fracaso y en realidad oh ironía uno fracasa porque conoce la realidad de las cosas sabe que no existe que ese umbral no ha sido ni será traspasado por nadie porque no existe el umbral no hay un afuera no hay lo real lacaniano porque si no se puede conceptualizar decir que es lo real es conceptualizarlo y entonces ya no hay nada ni siquiera nada es mejor quedarse callados o sin gastar tinta porque eso que de ahora en más omitiré nombrar no se puede nada y pienso en lo sujeto que está el hombre a las definiciones para no caer en el horror imaginen un mundo indefinido con nociones extranjeras a nuestro simbolismo y nuestro lenguaje no pueden porque no podemos imaginar lo que no existe y sin embargo podemos sentir la angustia que algo así podría causarnos por qué ni idea será que lo simplificamos en nuestra mente y lo pensamos como un cuadro de rembrandt o algún mal sueño o fobia que tengamos y el horror entonces está en lo que no se ha nombrado ni se ha de nombrar jamás y ese horror es entonces inaccesible a menos que de repente la humanidad entera pierda el sentido de los simbólico y del lenguaje y lo nombrado se revele y se des-nombre y las cosas vuelvan a ser lo que eran antes de que aprendiéramos a encerrarlas en palabras y conceptos y nos enseñen lo que es existir sin nombre lo que es no existir

Lo que no alcanza

No me busques con tus ojos humanos,
pues no sabré qué decirte:
En la infamia del callado motor nocturno:
Te sueño como un pedazo de titanio,
como un argumento asmático,
como una diosa sin consorte:
Tu belleza secular, dolorosa:
Reposada por encima del pensamiento
pero por debajo del deseo:
Todas las metáforas se harían antropomorfas en tu presencia:
Por ello he intentado comenzar este poema,
pero me he quedado en el intento:
No hay maneras de describirte sin humanizarme:
Y créeme, amor o locura,
que bajo la sombra de tu rostro
lo último que deseo es ser humano.

2.5.16

Perseo, mi amado

Largos días han pasado, mi amor:
Si la historia hablara de las monedas, o las naranjas:
Como la arcilla, como algo hecho de arcilla, te deshiciste:
Suspiro, corte:
Somos cognados,
derivamos de una misma palabra ancestral,
al igual que los genes homólogos
derivan de un gen ancestral común:
Tu espada yace como una sombra sobre un pedazo de luz:
Luz que una vieja vela mía sostiene,
con más miedo que cuidado,
porque es mi única luz:
En este cuarto donde no llegan los núcleos de hidrógeno,
los protones y los electrones no se oponen:
Como nosotros bajo esa parra olorosa a muerte:
Que nos encontramos y nos dolimos,
y fluimos sin ciencia y por eso no llegamos a ninguna parte:
Es decir, fuimos humanos:
Vanos cuerpos que se amaron:
¿Cómo pretender, si existes en un nanosegundo?
Dos, tres como mucho:
Tus huesos, esos fósiles que guardo bajo llave,
cloquean de noche el nombre de Dánae:
¿Esa inútil ilusión aún te da caza más allá de la muerte?
¿Jamás estarás en paz?
Por eso los abrazo de cuando en cuando,
como los días en la tierra en que, amado,
vivías dentro mío, adentro de mi presencia:
El año que corre te será indiferente,
y yo ya no tengo cuerpo humano:
Mis recuerdos y mi conciencia permanecen
en una esfera inflada, parte de un multi-verso:
Muchos habitan aquí, pero sólo yo te recuerdo:
Tu espada y la vela y tus huesos son proyecciones constantes:
Pero me amaste,
en un piso de cemento frío,
con la sangre de la gorgona entre las manos,
me amaste como nadie nunca:
Por ello te recreo constantemente,
en esta ilusión llamada amor o duelo,
y me doy cuenta de que soy egoísta,
ya que al recordarte te obligo a repetir la historia,
tus dolores y caídas, la gloria perdida:
Perseo, mi amado,
vacíame de conciencia:
Existo a través de los años y de universos innombrados,
y tu mano tibia sostiene la mía,
mano que es mano sólo cuando tú eres recordado:

Hora de partir hacia el núcleo,
donde todas las conciencias seremos una:
¿Oíste, amado?
Todos seremos uno,
todos te recordaremos
inifinitamente
hasta hacerte existir nuevamente:
Y nacido maldecirás al mundo nuevo,
y a mí especialmente, mi amado,
por darte amor en una vida que no te corresponde:
Pero entonces, ¿Quién eres?

29.4.16

Theratos

La anoxia en los océanos empeora:
Los metales nocivos se acumulan:
Así como ocurrió la extinción ordocívico/silúrica
ocurrirá la extinción de nos:
Actuales organismos vivientes que,
como reyes sobre un trono de huesos,
erigimos las vértebras,
orgullosos de nuestra infinidad linguística:
(lenguaje es inmortalidad)
Mas del lenguaje quedarán patrones, inconclusos,
vagos, inofensivos:
El posthumano se reirá (si es que ríe)
de las nimiedades humanas:
Los registros fósiles dirán más que la lengua:
(¿Los huesos son lenguaje?):
Una extinción inminente es la del poema:
Escritores llenos de prótesis mentales
perpetúan el clasicismo y el objetivismo y el elitismo:
Pero ellos sufrirán del cambio tetarológico:
Poco a poco, en las sombras cada vez más tóxicas,
irán deformándose, perdiendo la humanidad,
degradándose como el polipropileno,
lenta y reaciamente:
Se aferrarán a su nostalgia y a su ira,
se romperán las uñas tratando de domar la página en blanco:
Serán el miedo y el monstruo:
Dioses malformados, lombrices de metraje infinito, fantasmas quemados:

Y sin embargo desaparecerán,
como todo lo que debe desaparecer en el mundo:
Y la tierra estará sola, reina absoluta de sí misma,
encontrando en el silencio todo lo que la poesía mortalizó al nombrar.

27.4.16

Los años después de Cristo

Cristo era conciencia, la cruz una dimensión:
Le temo al inminente, al herido, al renacido:
Tales cuestiones no son propias del estado termodinámico,
ni están especificadas en materia alguna:
La lógica es un reflejo de la fe:
El uno y el otro se yuxtaponen para conformar a dios:
Pero él no llega, ni mira, ni oye:
Sobre las leves esferas astrales se contempla sin rostro:
Huellas de lagartos o peces saliendo del agua,
sobre la arena mojada, huellas como conciencias:
Cristo era huella, entonces:
Testimonio de un error natural que negó a los humanos de inmortalidad:

No recordamos nada de ello,
apenas comemos los gallos que quedan vivos,
y cosechamos el agua de la lluvia:
Cosechamos el cielo
porque somos mortales.

25.4.16

La caminata

Las manos no las cruces sobre las mías:
Caminemos en esta avenida llena de humo,
con ese silencio de los que se saben perdidos:
Si hablas, vas a quemar algún que otro recuerdo,
o materializar algún que otro deseo:
Mejor caminar callados, así, que tu perfil de diosa
se contraponga al cielo hollinado y me diga:
Camino al lado tuyo:
No patees las latas de gaseosa ni los volantes
que reposan como testamentos de una o varias existencias
en el duro cemento:
Pruebas materiales, la materia (hylé. ¿Griega la existencia?),
son parte del universo observable que nos rodea:
Podemos recogerlos y hacer un monumento:
Y colocar al pie del mismo:
"Aquí yacen todos los que fueron y son y serán,
hasta el fin de los tiempos".
De ti me encargaré yo de recordarte,
antimateria que caminas al lado mío:
No necesitas estos juguetes modernos para existir:
Contraexistes, te contrapones al sentido lógico:
Eres lo que da balance al mundo:
Mundo de materia,
eres su contraria:
Y ahora camina conmigo para negarme de la realidad,
para atomizarme,
para llagar mi carne blanca y triste:
Nuestro dilema amoroso ha sido repetido incontables veces,
y sus resultados son variables:
Lo innegable es que la locura yace intocada en el vórtice de nuestras variaciones.

22.4.16

Sandra Figueroa, dos poemas


Tío Luis

Que me enseñó a escribir las primeras palabras

No hay nadie en esta casa, no hay nadie.
Conversan en silencio paredes y piedras,
el viejo polvo acumulado señala
los años, el diario tiempo transcurrido.

No hay nadie, lo saben las telarañas,
las caléndulas del muro ya silvestres,
las rendijas por donde el sol despierta
por si acaso alguien responda y vuelva,
a dar cuenta en la presencia. 

No hay nadie en la casa, lo dijo un ángel,
una mariposa violeta, un naranjal,
Las manzanillas que juntamos para el té,
el ruibarbo, tomillo, menta,
corintos y grosellas.

No queda nadie, se fueron todos,
los ausentes, los presentes y los augurados,
los tristes también se fueron:
El tío Luis, el obrero, el anarquista,
con el abecedario entre los dedos
y una estrella brillando entre las cejas.

Se sustrae ahora el tiempo a contrapelo,
se desliza por viejos retratos,
hojarascas del camino
entre maderas oscuras y crujientes,
alta claridad en los ventanales
donde un haz de luz deja entrever
una cósmica danza de microbios y arbustos,
oscilando en el espacio. 

Yo tampoco estaba, hace tiempo me fui. 
Quedó guardada mi mirada
en un cajón de viejas épocas. 

Yo tampoco estaba.  

                                       *******************************************

Sentada

Sentada aquí
a la sombra de una palabra
registré, vieja estación
de aire y silencio. 

Territorio que habito el de la lengua.
No la palabra, sino el agua. 
La luz insurgente. 

No me voy no me iré de aquí. 
A la sombra de un poema
construiré un muro
que me habite,
yo debía ser un cuerpo. 

Del libro Azul cristal líquido, Ed. Deloscuatrovientos, 2016

BIO:

Nacida en Julio de 1966, en Cmte. Luis Piedra Buena, Pcia. de Santa Cruz. Poeta. Abogada de profesión. 
Asistió a talleres literarios de los poetas Santiago Perednik, Carlos Penelas, Javier Galarza y Natalia Litvinova. 
Han sido publicados sus poemas en los blogs Octavo Boulevard (Alicia Gallegos), Hacienda Glamorosa (Adrián Cuassolo) y Psicocorreo (Marcelo Augusto Pérez). 
Publica sus textos en el blog "Sur y Poema" desde el año 2013. 
También ha publicado, en materia de poesía, en El libro de los talleres (Ed. Dunken) y en el año 2013 publicó su primer poemario "Sur y Palabra" (Ed. Deloscuatrovientos).

19.4.16

IMM

En tiempos que sólo recuerdan los innombrables,
pasaba por acá un ferrocarril, lleno de vidas,
haciendo temblar el suelo, las ventanas de las casas
a su paso:
Empezaba en el punto A y terminaba en el X,
luego del X al A: Y las vidas llevadas en él:
Era tiempo que iba y venía sobre los rieles:
Era necesidad, era pensamientos, angustias, alegrías:
No voy a contar la triste historia de su desaparición:
Simplemente dejó de rielar en los descampados obtusos de mi infancia:
En su lugar quedó una línea de metal oxidado,
que poco a poco se va tragando la tierra:
Por los lugares donde pasaba
crecen ahora árboles, hay niños jugando en parques sucios,
perros defecan u orinan en lo que consideran hogar:
Hay mujeres sentadas en bancos de mármol,
recién nacidos amamantándose en las mujeres sentadas:
Hay pájaros sin color rompiendo la atmósfera con su canto agudo:
Nadie ignora la nostalgia, porque nadie es intruso:
La evolución de la arquitectura y las costumbres
aseguran la sorda mimetización entre presente y recuerdo:
Mas hubo un día en que la lógica cotidiana se desvaneció:
Alienándome del sistema físico, observé el estado puro de las cosas:
La función de onda me permitió conjeturar los resultados posibles:
Así, ajeno al mundo único, inmutable, ignorante,
vi la yuxtaposición de dos realidades:
El ferrocarril cruzando el campo nuevo, lleno de nuevas vidas:
Renuncié al estado de decoherencia y vi la nueva evolución determinística:
Se hizo el caos:
El ferrocarril lleno de vidas destrozó los árboles, los niños, los perros,
las madres, los pájaros, los bebés, los bancos de mármol:
Y a su vez, se destruyó a sí mismo, descarrilando,
haciéndose pedazos contra el nuevo suelo,
acabando con todas las vidas que en él llevaba con tanto cuidado:

Cuando todo hubo acabado, terminada mi labor de observador de posibilidades,
me acerqué al lugar del hecho, y vi cómo nada quedaba allí:
Las dos realidades se habían anulado:
En medio del fuego y la sangre, de los metales torcidos y los árboles caídos,
contemplé una tristeza infinita:
Comprendí que ambos universos, el del recuerdo y el del presente,
existieron siempre, inobservables, esperando pacientes el momento de desdoblarse:
Pero ahora de ninguno quedaba nada:
Apenas un observador sin angustia ni presencia:
Seguro de ser una tercera posibilidad:
La de una soledad única, sin ferrocarril ni nuevas tierras,
existiendo en la nada,
existiendo sin dolor a pesar de ser extranjera.

Regresé a mi hogar para escribir sobre el hecho,
pero en esta realidad ya no había poema.