22.10.13

Bajo las columnas

Ella era vieja, como las columnas
tras las cuales se escondían héroes de terracota,
lastimados en el orgullo,
escupidos en el margen de los propileos:
Ella era tan antigua como mi tristeza,
y de las goteras de sus manos
caía la palabra que a todo hombre redime:

¿Esperar la muerte?, me dijo:
No es uno el que la espera:
es el esperado.