Mi padre pedía comida en las ferias y las ermitas:
Yo pedía amor en el útero de la ausencia:
Mi hermano pedía oro a desconocidos:
A lo lejos, en tierras de un prior y un diablo,
tres personas se alimentaban mientras se amaban:
los morrales vomitaban oro sobre las grutas.
Ese verano mi padre murió de hambre,
yo envejecí solo,
y mi hermano se vendió en un incendio ferial:
La familia es el ojo del huracán.