26.7.13

De otoño una vez

A Margarita Sánchez

Al encuentro de tu piel, morena de tierra y sudor,
de sol y llanto embriagada, viaja mi tristeza,
con un paraguas en una mano y un mito en la otra.
El rocío se desdobla sobre el guajal de un invierno separado,
y estarás cubriendo tus pies
con la panza tibia de un gato sabio,
y tus cabellos profundos estarán dominando
a las estrellas ciegas que clavan sus perdidas lanzas al celo de las nubes.

Mis viajes son complicados, dijiste,
pues de la vigilia al espejismo solo distingo mis manos que buscan,
y creo ir lejos cuando voy cerca.

Qué tan irreal eres.
Los que no han sabido explicarte
sucumbieron a la explosión de tu saliva,
tus átomos son creadores cuando despierta la sangre;
Kara;
separas o unes. Como quieres.
Cércanos. Exílianos. Trilla nuestros huesos de oligisto.
Y en la palabra avanzo.


Desencuentra la piel que te ciñe,
para que yo puede mirarla en cada letra,
encontrarla en todas partes,
olerla,
seguirla,
como a migajas que me guían hacia el fuego.