Tierra
nos ha dado a conocer latifundios míticos,
rizomas
sin oídos, fósiles de hambre.
Somos
hijos, los nunca dioses, los nunca padres,
nos
hermanecen las aguas, los helechos sin fin,
los
azufres de antes.
Cuando
tierra no fuera volcanes
no
fuéramos cenizas;
imputrescible
en congoja mirara la bauxita
nuestros
hados de no seres
tierra
en los ojos
dijésemos a quienes nos olvidasen
En el desierto lo que mata es la ausencia.