22.7.13

Vino agrio

Sentado hacia el vacío del abismo de la negra muerte,
hacia donde la vida dirige, no sin vértigo, los ojos vidriosos,
oigo el run run del  viento que bufa violento desde la tierra hacia cielo,
y aprieto entre las arteriales manos un odre lleno con el vino de la indiferencia.
No lo bebas, murmura un jamelgo a mis espaldas.
Pero lo que no ha de caer por el abismo cederá desde los labios;

las manos ya tiesas de la amargura.