20.12.17

Los mudos

De repente:
Sentí la necesidad de decir una palabra:
Una, en la boca roja de Sammuramat:
El vientre de Babilonia y Google:
Sin explicarme el algoritmo genético:
La búsqueda muda de los que buscan:
Lo sin nombre en un software desértico:
Y bajo el peso de todos los cielos:
La culpa eterna que pesa en la finitud:
En la indiferencia de nuestra extensión virtual:

El dolor
de haber nombrado una sola cosa,
de obligarla a existir.

5.12.17

Entre negros espacios

Perdí mi propósito:
Perdí:
Toda vida posible:
La flema del pecho sube:
No sin cierta desesperación:
El horror en un rostro:
Entre la ceniza:
Espacio tras espacio:
Un algoritmo mínimo:
Un universo entre cada silencio:
Y mi carne pudriéndose bajo el sol:
Me siento caber entre los silencios:
Y los universos entre los silencios:
Y la vida entre los universos:
Y yo entre toda esa vida:
Tan insignificante:
Como la vida que late:
Entre cada palabra dicha o escrita:

Míreme, lector, perdido sin nostalgia:
 no en estas letras:
míreme
entre estos espacios
infinitos.

1.11.17

Vínculo final

Si las correas de tu nombre:
Madre, apóstol sin cervical:
Y si las correas del hospicio:
Al cielo de tu rota espalda te atan:
Reza por el fuego que te preñó:
Que también se muere, Diosa:
En otra cama, hecha de costillas:
Ambos miran hacia el principio:
Mientras el final los mira de frente:
Y tales lechos como tumbas:
Parecieran haber sido paridos:
Un olvido sin muertos que recordar:
Y dinastía bajo cruz:
Nosotros, los restos de vuestras vidas:
Nos partimos la lengua:
Para que no sea pronunciado jamás:
El último nombre:
Semilla y sangre:
Dos silencios del otro lado:
La carrera silente del trueno:
Por quemar este árbol seco:
Que dos bestias en la estepa:
Plantaron para contemplar:
El fin del rey sentado:
Con sus plumas azules:
Cayendo en la boca:
De una luna sin rostro:

Hozanek, no hay nadie sobre el trigo,
las espigas lloran a tu paso.

27.9.17

La belleza destruida

En el largo camino a la sombra hay un sol mudo:
Despierta humanidad en celo, boca de noche:
En mis brazos duermes sin cuerpo, vertical, como la cruz:
Te sobrevuelan los cuervos deshojados de un otoño negro:
Y mis manos cruzan como el dolor por tu silencio:
Largos, largos días de tabaco y plata, de tenso rosa:
Es la muerte del niño que trillaba cereales con la melancolía:
Un péndulo se balancea en otro páramo, un eje primitivo:
Y el calor, en la carne hecha mujer, en el hombre hecho carne:
Nos mueren las estaciones ante el horror del lenguaje:
Sobrevives a la belleza destruida en los retratos:
Rindes homenaje al olvido en los osarios:
Y cada mirada es un grito:
Y la verdad es norte, y yo sur:
Y la hojarasca no se mueve:
Y mi soledad no me escupe:
Y al aura nadie ha despertado al mañana:
Hoy es bello, y el hoy no nos reconoce:

Destruido por los ejércitos de la locura
un hombre solo se despierta hecho escombros.

22.9.17

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19.9.17

El mal lado

Despierta, la revolución viene:
No pueden oírnos venir:
Es fácil ver por el agujero de la puerta:
Pero es difícil admitir que no has visto nada:
Y dices He visto las maravillas del mundo:
Mientras se te expande la infección en la cabeza:
knock knock knock:
Y quien contesta:
Alguno de los dormidos, o los muertos:
Cómo aprendiste a estar tan enfermo:
Te dieron de comer en el hospital:
Bueno, es hora de correr:
La locura corre a la misma velocidad:

Despierta, tengo un mal presentimiento:
Pueden oírnos venir:
Nos miran por el agujero de la puerta:
Los enfermos han empezado su revuelta:
knock knock knock:
Y no podemos contestar, vuelve a la cama:
Si vieran a través de la cerradura:
Cerrarían todas las puertas para siempre:

Duerme, ningún lado ve nada.

24.8.17

Cómoda noche de nada

La otra realidad, la que piso:
Con pies ampollados, la que te pertenece:
La realidad que te cuentas:
Los días con ceniza en los pelos:
La realidad que te comes:
Como un dios comiéndose a sí mismo:
Cuántas noches dormiste:
En la otra noche que contaste:
Mientras yo, en una esquina rota tuya,
trataba de recuperar los últimos trozos de mí,
restos de mí entre los cadáveres
de las verdades que acumulaste
en abiertas llagas sangrantes,
 de regreso y fiebre:
Mi otra noche, tu fiebre en el silencio:
Mi otro no, mi tú en lágrimas de animal:
Mi significado abstraído en el muro
que erigiste para que tuviera sólo tu lado tuyo.

18.8.17

- 7 Colinas

It takes a strong man to deny what's right in front of him. And if the truth is undeniable, you create your own.

John Konrad, Spec ops: The line



Una mentira es una verdad al revés:
Que nos dejaría sin plumas en los omóplatos:
Que nos quitaría el eje rotatorio de nuestras mañanas:
Que nos fundiría los miedos en la dentadura:

Bajo la marisma de cadáveres, oculta en el delirio,
se oye aún la voz de los muertos, tras sus duros labios azules:
"La verdad de nuestras vidas fue oración prima,
la que os llevará a todos vosotros a acompañarnos en esta soledad:
Los vivos sólo tienen la verdad invertida para poder vivir."

Sobre Viminal, al este del Tíber,
contemplo los juegos que comienzan a los vivos:
El drenaje de los valles pantanosos, los asentamientos:
De este imperio nacerá la mujer que amaré,
aún milenios después sobre las ruinas:
Recordaré a su progenie,
su primer mentira,
mi reversa Roma.


5.8.17

Una expresión de ausencia anatómica

Buen día a tus espejos,
que de tan rotos reflejan en sangre ceniza:
Felicitaciones por desintegrar  
mi volátil 
lienzo de nada: 
Si el amor es vida, mi amor es un cementerio: 
Invisible, senda del nativo perdedor de piedras:
Esto empieza a ser la mirada de un muerto fija en el sol:
Esto empieza a ser la cadena que circula 
en los huesos y siembra perros en los años: 
Esto empieza a ser la imaginación de un charco
donde se oxida otra luna imaginada:
Esto empieza a ser la fortuna que vacila 
frente a la garganta de una locomotora que se cierra:
Silicio en los dientes, electrificados de sonrisas,
la partida del perdedor al caer la tarde: 
Esto empieza a ser el ojo de un cuervo
que perdió su oscuridad al pie de la cruz: 
Compromiso y juramento, heno al dividir, 
mustia soledad en delirante tiempo de fuego: 
No miraste la muerte del poeta, 
tus ojos son correctos, pero mi shock es mejor:
Si está empedrado es porque lo estoy yo: 
No dejaste la mano cortada del fotógrafo,
tu nube está cargada, pero mi tierra es un ojo:
Si es polvo, mi sistema está curvado: 
Vapor en la nariz, la ventana ciega: 
Buenas noches a tus reflejos, 
que de vanos no aprendieron a empañar el espejo: 

Esto empieza a sentirse como la lenta caminata hacia el idioma hueco,
donde todas las tardes todos los soles hablan de la incomprensible
tristeza de ser uno, y uno distinto cada día: 

Esto empieza a ser como el descenso del dolor,
incubado en una lengua de soledad espiral, 
cultivada en el estupor de mi cuerpo ausente en el tuyo. 
 

28.7.17

Si una probabilidad, otro hecho; relativismo para idiotas (I)

Entonces, gritando alegremente sobre la arena,
se reunieron dos que, a su extraña manera,
eran tan iguales como dos lentejas. Sus manos derechas
se estrecharon y el resto fue rayos gamma.

George Smoot, Peligros de la vida moderna (Arrugas en el tiempo, 1994)



En un anti mundo vive mi anti yo:
agradablemente anti triste, anti miserable:
Incluso está anti hambriento, y anti sucio:
Vive en una casa anti derruida, con un perro anti flaco:
Su padre es anti alcohólico, su amor es anti indiferente;
Suele pasear por la plaza anti sucia, aspirando anti ansiosamente: 
Corta el césped anti mugriento, saluda a los vecinos anti detestables:
Pinta las paredes anti descascaradas, por la ventana ve anti tristeza:
Va al trabajo anti estresante, regresa a la casa anti deprimente:
El tiempo de ocio es anti evasión, los juegos son anti excusas:
Come comida anti tóxica, fuma cigarros anti ansiedad:
Al acostarse piensa en su vida anti muerte,
e imagina al otro lado a su anti yo,
sentado, con la espalda anti erguida, los dedos anti naturales,
escribiendo sobre sus anti días y anti noches,
con la nostalgia de un anti cuerdo:
Desea, como yo, el contacto anti yo y yo,
la aniquilación mutua, 
la armonía en fotones de alta energía
sin memoria de materia alguna:

La velocidad e indiferencia 
de la luz en el vacío. 

16.7.17

Ceguera, un aullido

La jaula se reduce a mi incredulidad:
Dios está del lado de un muro ciego:
Yo estoy del lado de un muro caído:
Levantar una pierna, luego la otra:
Para pisar los escombros del muro:

Perdido en la brutalidad de la paciencia:
Escondido detrás de lo que está detrás:
Polvo de nada hacia el polvo del silencio:
Mudo en la jaula sin luz
ciego la posibilidad de perdonarme:
Sin pecado existe la luna domada
dormida sobre el lomo de un lobo muerto:

Lloradme, soy tumba de la noche.

11.7.17

± 5%

El poema está callado:
Probablemente muerto:
¿O fue el poema una alucinación mía?
De pie sobre el clítoris de la casa:
O su ojo:
O una vértebra:
En la incertidumbre del invierno 
anidan gritos de piedras y las semillas:
No fuera la corona negada al segador:
Ilusiones romanas, cerrada la tormenta:
No hay aquí ni dónde, otro perro ciego:
Abiertas las vainas donde la soledad:
Y a diecisiete escalones el muro silente:

No, no estuvo ni fue el poema:
Pero quien calla soy yo:

Lo creído poema fue la vanidad
de creerme humano. 

18.5.17

Estado de agregación de la materia

Mamá, sí. Estoy bien. O como puedo. Esperá.
Era papá. Se le cae la cara, la barba le come la boca.
Nada importrante, sólo la muerte de todos los días.
Sí, mamá. No, papá no se subía a los árboles para espiarnos.
La tía no tenía un ángel en la cabeza, no sé por qué le pegaste.
Ya sé que lo viste, mamá. Todos vemos algo alguna vez.
Bien. Los abuelos son buenos. El invierno va a ser difícil en el campo,
pero eso no es noticia. ¿Van a morir las crías de las cabras otra vez?
Eso es algo triste.  ¿Sabés que hay un programa de televisión
que habla de la venida del invierno? Sí, es muy famoso. Me gusta,
como a muchos. No soy diferente. Especial. No. O sí, a la manera
en que todos son especiales, mamá. Ninguna.
Nadie se esperaba lo de la tía Manuela. O creo que sí.
Yo la había olvidado, y ahora está muerta. ¿Te estás recuperando de la noticia?
Me alegro. Murieron muchos famosos también, mamá.
Pero para el mundo no murió la tía Manuela. Sólo para vos.
Quizás algo para mí también. Es la muerte abriendo puertas.
Ayer justamente vi una película en la que hablaban del contraste.
Uno debe morir para que el resto valore la vida. Contraste.
Linda frase, pero no tanto cuando no se muere uno, sino demasiados
como para llevar la cuenta. ¿Quién queda para valorar la vida
cuando todos se mueren, mamá?
Sí, yo quedo. Quedás vos. Queda papá. Queda algo. Los restos.
No, mamá, no tuve bronquitis este año. Neumonía menos.
Pero el invierno todavía no llegó con todo el peso. Ahí hablamos.
No estoy tomando las pastillas, mamá. No sé. Siento que puedo de momento.
Vivir, qué voy a poder. Bueno, lo de siempre, si no es vivir, es sobrevivir.
Como Guts, el protagonista de un manga que me gusta mucho.
Claro que no lo conocés. Creo que no sabés ni lo que es un manga,
aunque pretendas saberlo. Creo que no sabías ni lo que era un hijo,
pero pretendiste. No sabías ni lo que era la vida, mamá.
Pero sobreviviste. Y seguís haciéndolo. Como Guts. No, no es un amigo, mamá.
Me causa gracia, siempre te preocupás por eso.
Hay alguien que amo y quiero cuidar, aunque me derrumbe yo en el camino.
Sé que para vos no soy malo, mamá. Una madre es Dios ante los ojos de un hijo.
Lo dijeron en una mala película basada en un videojuego que me gusta mucho.
Dios no juzga, ama, perdona. Una madre es Dios. McCarthy dice que la guerra es Dios.
Me confunden, mamá. Sé que no lo soy para vos,
pero cargo con la culpa de algo, algo parecido a la culpa de vivir.
¿Y no fuiste vos quien me parió? ¿Eso no te hace cómplice? De mi vida, digo.
No importa, no pienses en eso. No llores, no me gusta hacerte llorar.
¿Seguís comiendo palta? Con miel te gustaba. ¿No se consigue allá?
Pero el abuelo sigue teniendo el criadero de abejas, ¿no?
Cuando vaya a verte vas a tener que recibirme con queso y miel.
Extraño el sabor de las tunas, aunque no lo recuerde casi. Apenas recuerdo tu cara, mamá.
¿Cómo te ves ahora? ¿Sos la misma cuando mirás al espejo?
¿Yo sería un espejo si te vieras igual ante mis ojos?
¿Importa un rostro cuando se conserva en la ausencia?
Hermano está bien, mamá. Está enamorado y va al gimnasio y trabaja.
Usa anteojos ahora, le quedan graciosos, pero sigue siendo lindo.
Está bien, sí. ¿Por suerte?¿Gracias a Dios? No sé, mamá. Es la vida pasando.
Si creyera que tu Dios me preparó un camino, ¿lo caminaría, mamá?
¿Caminaría con esta cruz que llevo al cuello? Sí, la que compré en la parroquia.
Ya tiene casi 20 años. No sé ni de qué está hecha, pero perdura.
Sigue conmigo. La cruz. Es irónico si lo pienso. No, nada, no importa.
¿Estás dejando el alprazolam? Me alegro. Aunque no sepa qué significa.
Te estás liberando de las posibilidades, quizás. De las circunstancias
que pertenecen a un tiempo que no recordás.
La casa se cae a pedazos, mamá. No tiene arreglo. Aunque a veces la miro
y pienso si es la casa la que se está cayendo o soy yo. Si cuando llueve
se inunda la casa o me inundo yo. Si las ratas corren por la casa
o corren por mí. Si la humedad expande su cara abstracta en las paredes
o las expande en mí.
Pagamos como podemos, mamá. Y sí, es cada vez más difícil. Este mes
quizás no llegue a pagar nada. Y termine en un llano inconexo, una boca
sucia y sin luz. Una mano cerrada y sin fuego. Agua fría y dedos fríos.
Una vida prestada. Endeudado, sí. Mucho. Traicioné. Y no es por la guita.
Siento que endeudé mi voluntad. O algo así. ¿Alma? No sé qué es, si es.
Tu Dios comprende, lo sé. No me molesta, me gusta que reces por mí.
Siento que me extiendo en el vaho que te sale de la boca cuando rezás,
que soy más que este pedazo de carne consciente sentado frente a una computadora.
Me siento mover en las curvas de vaporización, en las curvas de sublimación.
Los estados de agregación de la materia, mamá. No, no es importante. Al menos, no ahora.
¿Tenés que irte? Sí, ya sé. El abuelo está casi ciego. Vos lo guiás,
a pesar de que dijeron que estabas ciega, ciega mentalmente. Yo creo lo contrario.
Creo que ves de más. ¿Cómo enloquecerías, si no es viendo más de lo que se permite?
Guiá al abuelo por los campos, en el monte reseco y duro de escarcha.
Encuentren el camino de vuelta a casa. Yo no me voy. Me quedo.
Me quedo como siempre me quedé. Como un perro viejo o un árbol.
Así, sonreí, mamá. Yo sonrío a veces también. Chau, mamá.
Yo me quedo esperando;
 la muerte está por parir,
mamá.  

6.5.17

ldskñfña

Las ratas. En la cocina. En el galpón.
En la mesada. En la heladera. En el silencio:
Llegaron para traerme la paz final
en mi atardecer viejo
en mi felicidad desierta. 

5.5.17

"La condición animal", de Valeria Correa Fiz

Algunas veces suele sucederme que me pregunto si lo que estoy viviendo es producto de mi esquizofrenia o simplemente la vida es así. Recuerdo al personaje de "Nostalgia de la morgue" diciendo que "cuanto más enfermo se está, más excusas y mentiras se está dispuesto a creer para sujetarse a la vida y a sus pequeños detalles sin importancia." No puedo negar las interminables conexiones que hice con el desfile de personajes que Valeria Correa Fiz deja libres en los relatos de su libro "La condición animal". No puedo negar que mi condición animal esté ahí, en cada uno de esos personajes. Y ahí, cuando este quid surge, me pregunto sobre la sustancialidad de mi realidad. De alguna manera, mientras leía el libro, me sentía escrito.
Su visceralidad y profundidad, su quirúrgica oscuridad, su prosa simétrica que puede variar entre la simpleza más vaga ("La vida interior de los probadores") y la abstracción poética ("Aún a la intemperie") causaron en mí ese temor que se tiene al vivir: El de no saber qué tierra se está pisando, si siquiera es tierra o hielo quebradizo, si se pisa algo en absoluto. Ese orden del pensamiento no responde más que al propio animal reflejado. El miedo es espejado, de forma límpida o distorsionada, poco importa. Uno mismo está ahí, en ese baldío de ficciones que Valeria comanda como si de una sinfonía se tratase.
Si bien los relatos son inconexos en cuanto a trama, asumo que el libro es conceptual. El mal. El mal une como un cordón umbilical a todos estos hijos, como si de malditos se tratase. La autora no hubiese podido encontrar mejor hilo para unir todas estas fantasías (¿realidades?). Lo hubiese encontrado menos como una elaboración existencial sobre nuestras pulsiones que como una mera divagación sobre los tópicos del mal. Y se agradece.
Este tipo de digresiones sobre nuevos autores son raras en mí, por no decir prácticamente inexistentes. Pero, regresando a morderme la cola como Uroboros, digo que me pregunté si estaba leyendo una ficción o mi realidad. Porque los relatos de Valeria son, al menos en mi experiencia, una revelación sobre lo que cada uno de nosotros pudo o podrá ser. O es. Y entre el pánico y el dolor escribo esto, porque fui escrito. He aquí la gran revelacion a la que me llevó "La condición animal". En su excelente primer libro Valeria Correa Fiz me ha escrito.
Nos ha escrito a todos.

Iván Rusch, Mayo de 2017

Sobre la autora:

Valeria Correa Fiz Impartió talleres de escritura creativa en las ciudades norteamericanas de Miami y Weston y coordinó el Grupo de Lectura para la cadena de librerías norteamericanas Barnes & Noble durante cuatro años. Posteriormente estuvo a cargo del Club de Lectura de la Librería Melting Pot (Milán, Italia). Desde el año 2012 hasta la fecha, coordina los talleres de escritura y el club de lectura en el Instituto Cervantes de Milán, Italia. Es autora de los poemarios “El invierno a deshoras” (XI Premio Internacional de Poesía “Claudio Rodríguez”, 2016) y “El álbum oscuro” (Finalista Premio Manuel del Cabral, 2016) y del libro de relatos La condición animal“La condición animal” (Páginas de Espuma, 2016). Sus artículos y relatos han sido recogidos en diferentes publicaciones internacionales.  

(Biografía tomada de la página "Aire Nuestro")

Dónde conseguir "La condición animal": http://paginasdeespuma.com/catalogo/la-condicion-animal/

El orden de las cadenas

Nada puede llevarme cerca:
nada puede llevarme lejos:
Las huellas que piso son ajenas:
El Gran Otro me mira con sorna
tras los escaparates de una calle olvidada:
Voy a buscarlo, a preguntarle
quién es y por qué me mantiene
atado a toda esta ausencia:
¿De dónde has venido?
¿Cuándo naciste?
¿Quién te bendeció la sonrisa?
¿Quién te recuerda tanto
que existes?
¿Y por qué soy yo el que te ama,
si de tu sombra apenas me llega el rumor,
si de tus manos apenas me duele la falta,
si de tus ojos apenas me miran los míos?
Y por qué soy yo el que te duele,
si mío no eres más que silencio,
la sonrisa de una mujer,
 de abandono sin dicha,
de negros fantasmas componiendo
la última sinfonía de otro mundo.

Todas las cadenas se ordenan:
Atenea escupe al mar el nombre de Perseo.

4.5.17

8

A Nicole

Otoño llegó como un ahogo, un susto:
De las prístinas córneas veraniegas 
surgieron dolosas hojas en celo y:
Lagos en aquello que no duerme:
Calles con ínfulas de guía
circulan serpenteando entre la duda rutinaria:
La madre de los perros
los pasea con cuidado tal
que confundiría uno tanto amor
con la otra caída:
Hibiscos y Dalias y Crisantemos
circulan el celo de los Pensamientos:
Nada retirará a el caído de la cruz:
Aunque raíces no se sometan
al dulce vientre de la tierra:
¿Qué olvidos habrá cerca de las ruinas,
las ruinas de haber olvidado?
Ah, caído y sin memoria,
caido sin arriba ni abajo,
el consuelo por vida no puede
quitártelo ni la esperanza de la muerte:
La gran rueda hierve,
el trueno no acompaña
la división de tu mediodía,
el comienzo no sangra de los muertos:
Ni de los calvos árboles guardianes:
Aquello que sopesa tu tristeza
es el perdón de las aguas:
Trono o síntoma,
el insulto despierta a la noche fría:

-Cuando dormía era tanto como lo innombrable. 
Pero se me dio por despertar y caminar y fui como el hombre. 
No era feliz, ni lo soy ahora. Nada consolará 
a mi cama sucia y vacía. 
-¿Por qué quiso ser un 8? ¿La infinidad lo asustó?
-Hasta las estrellas están muertas, y lo que es infinito no debe decirse. 
Aún lloran en Hannover por las binarias. Y por haberlas bautizado.
-¿Quisiera ser distinto? ¿Ascender acaso? 
-Ahora soy el equivalente a la muerte de una semana. Y a su nacimiento. 
8 sobrevivieron del Arca. Los reyes me portan para hablar con Dios. 
Soy la justicia matemática. Soy el Mago y los brazos de Vishnú. 
-¿No quisiera volver? 
-Sólo si pensara en Yeats, la nostalgia de la tumba. 
Porque ser infinito es morir y vivir sin pausas.  

Mi pequeña paloma,
todos vamos a morir,
pero ante este pensamiento
refúgiate bajo la sombra de mi tristeza:
Allí encontrarás fuego y huesos que roer:
Debajo de la rósea niebla que hace
oscitar al amanecer
yacen los instintos que te han hecho odiar:
Yace el sexo sin germinar de los europeos:
El alba está sobre la yema de otros dedos,
otra vida:
Pero tus huesos lo piden,
como un vapor negro, un salmo latiente,
todos tus dientes tiemblan
ante la posibilidad del amor:
Quizás en Ohrid, quizás la muerte:

-No soy esto por capricho, sino por odio. 
Y si me tiemblan los ojos es por aquel nacimiento
de la luz que me abrió la boca y la llenó de tormentas,
para ser 7 debo ser simplemente, para ser 9 quizá 
prostituirme un poco y volverme algo vulgar. 
Para ser un 10 debo morir, no hay otra manera. 
Y si existo es porque odio, 
y si odio es porque me puse de pie,
y sobre el osario de los ceros clamo
mi ira sin hogar, mi tristeza de sangre,
y grito el odio al instinto, 
y no hay caminos sin odio,
pues para levantarme tuve que conocer la ternura,
la caricia, el temblor senil de saberme caído,
amando el odio que conmueve a los vivos,
otro amor por amor.  


23.4.17

La bailarina

Cómo la rósea superficie del cielo
cayera cual piedra imantada al sol
que resuella como animal en el agua:
Si de preferidas diosas cubriera
el manto ígneo de la rosa
toda cabeza mortal y sin ciencia:
A la nominación simple es del juego
lo que es de aquella inflamada hembra
una mano abierta en la belleza dolida:

Como no supiera yo sostener mi otro,
te sublevo en mi marea de muerte ajena,
mientras sola bailas en tu soledad mía,
mi soledad otra sólo tuya.

17.4.17

18 de Abril de 2017

No sé más que de palabras,
 para el resto de lo que se asume como vida soy inútil 
o demasiado perplejo, 
asi que palabras te regalo,
 hermano.

No recordamos el espacio que ocupamos alguna vez,
al menos no como hogar u origen, sino como olvido:
Un agujero más en la pared donde nadie midió nuestro cuerpo:
Tu rostro todavía de sangre metido en mi ojo,
tus dulces dedos de algodón enredados:
tu cabeza dormida entre los jardines de hierro:
Vuelves a donde fuimos, regresas sin ser,
eres la aguja helada de un mediodía,
sin espera esperado:
Si eres, no me quedan orígenes,
si no eres, no me quedan regresos:
Nada sobre ajenos osarios nos levantará
de la tierra en la que se nos juntaron los llantos:
Injustos años de vengaza,
oscuros días sin dios:
Pero como el viento se filtra
por las grietas de la piedra triste,
así se filtra nuestra carne
entre décimos dolores y la rígida locura,
carne de la música viva,
de la música que pende de tu duda:
Y metidos en los rincones finales
de todo aquello que late en las telas de otoño,
resonamos como un grillo incierto,
como un coro de montañas paralelas:
Escribo nuestra historia con la sangre en las uñas,
entre la náusea de la noche
y la marisma de ratas que yace bajo nuestra adultez:
Escribo nuestra pena con agua en la consciencia:
Desbordado por tus verdes ojos dormidos
despiertos ante un sol de antaño,
musical ritmo de tu duda
pendiendo en todos los trozos,
rugiendo en la belleza de los años.

16.4.17

Ideal

Si la búsqueda girara
en el núcleo de lo perdido:
estaríamos tallando
nuestros cadáveres:
en bellas cuevas perdidas:
Pero lo buscado gira
hacia lo inédito y en vano:

Piedra a piedra,
nada ha encontrado nadie
más allá de sí mismo.

Lo inacabado

Vinieron por perdón y algo de piernas,
pero fueron expulsados por la ira:
Nada de celos ni caballos ni edades,
aún todo será la medida del profeta:
Y si nadie pudo jamás detener el tiempo
fue por falta de presencia:
O la sombra en la garganta,
un yo ahogado en la garganta del ahogado:
Sin presumir se volvieron los dioses
con anillos de rodio y dientes de hombre:
Vida en la noche y la canción perdura,
colgaba del techo un cielo:
Del sangrado hubiese quedado la consciencia
si ella hubiera sabido que existía aún:
Dos hijos, al futuro lo que es del futuro,
dos padres, otra vez, y otra vez, dos muertes:
Y sin embargo se abren los dedos para vivir
aquella vieja historia que no pudo terminar la vida:

14.4.17

Cuerpo tercero

Las ansias de escribir sobrevienen
cuando nada se puede escribir:
O viene cuando las caracolas
están vacías del otro mar:
Quizá si la tierra dura que piso
fuera más amable, menos dura:
Pero fuera del estómago
está la fuente misma de la boca:
Y siempre se interpolan
las funciones de las variables:
Nadie me ha enseñado ciencia,
porque lenguaje muerto y trueno:
Ni es ciencia el ansia,
ni el ansia deja de ser deidad:
Y nada puede relacionarse con nada:
Aquí se hila el contratiempo,
la noche ciega de nuestra tristeza:
Mis palabras dormidas
sobre tu cuerpo abierto
 temblando sin mi cuerpo sin mí.

7.4.17

Anadli

La juventud nunca fue bella:
Simplemente dejamos de entenderla:
O quizá la olvidamos:
Días sin miembros,
amaneceres en los atardeceres,
noches de día, días sin sueño:
Metáforas de futuros probables,
necesidad virginal del abismo:
Y mis horas de arrugas:
Y mis huesos de horas:
Y mis huellas de tiempo:
Vieja arboleda donde abandonar la sombra:
De la sombra a los años
la sombra de cuerpo invicto:
En muros de momentos
y arquitectos relictos
vida a vida pasa la aguja de lo que muere:
Quizá la juventud nunca fue bella
pero bella es;
Son apenas mis años
olvidándose de mí.

5.4.17

Los años que queden

Que los años que queden sean bondadosos:
Sobre el tiempo bajo el tiempo mismo
el vino ahoga piedras en los coros de la locura:
Pan y sal y un ojo afuera y dos ojos adentro
la suerte del mineral donde sobrevive la angustia:
Unas cuerdas rotas, lira del viento,
sísmico encuentro de los solos y los muertos:
Infinitos bajo lo finito mismo
la sangre anega los límites de la soledad:
Matemáticamente un hueso, fiel al vacío,
insólito hallazgo en ruinas de recuerdos:
Todos asisitirán a la muerte del poeta,
con flores en los cabellos y lágrimas en los pies:
Posarán, erguidos los olímpicos:
campesinos bailarán al son del oro,
fieles orarán mordiendo otras lenguas,
todos quebrarán el día que llevan
sobre sus espaldas desde que nacieron
hasta que el tiempo se quiebre bajo el tiempo:
Y que los años que queden sean bondadosos.

1.4.17

Ver en vano

Cada vez que cierro los ojos veo:
la profunda luz de la tierra sin rostro:
los itinerantes dioses que amarran
la verdad a lo que la verdad ha destruido:
Veo al diente que le queda al mar
como un amor estancado en un faro:
Las sangrantes cavernas
cuya boca se abre entre los amantes:
El delirio donde queda sólo ayuno:
El seco vientre de mi madre muerta:
Mi mano sosteniendo
la última piedra del último abrazo:
La duda de quienes cosen
en el tapiz del tiempo:
Veo a la luna mamando luz
de las tetas estelares:
El rugido del alba y la caída del viento:
Veo los nombres del mundo
y los nominadores que en vano los pronuncian:
El duelo de mi vida propia
aún latiente pero tan desconocida:
Cada vez que cierro los ojos veo
la calidez de los abrazos,
un hogar en la cima de la locura:

Cuando abro los ojos
el mundo cierra los suyos.

27.3.17

El día que pasa

Las niñas derrapan cabellos en la cruz de tiza quemada en el suelo:
Y yo soy el día que pasa:
Blanca luz del cielo fertiliza como semen el rostro de la tierra:
Y yo soy el día que pasa:
Caballos sin alma se desjuntan la dentadura en remolinos de sangre:
Y yo soy el día que pasa:
Centinelas graban en piedra la palabra que abre toda puerta:
Y yo soy el día que pasa:
Túmulos reinan en la llanura disecada del reino de la muerte:
Y yo soy el día que pasa:
Perros abiertos por el hambre se posan en la línea del mediodía:
Y yo soy el día que pasa:
Rostros sin rostros untan su pan con el barro de la nostalgia:
Y yo soy el día que pasa:
Fieros machos palpitan en los músculos del reloj:
Y yo soy el día que pasa:
Hora que cambia de piel a la hora en que todo sol muere:
Y yo soy el día que pasa:
El mundo y su fiebre, la risa del arco, 
orugas insólitas sobre rojos labios, 
mayúsculas entre los vientos, 
dientes chirriando de familia y hogar, 
a la hora en que todos los hogares se cierran, 
luz de otoño y una lenta noche erigiendo su cara:
Tras los umbrales de los vivos,
el día una vez más, indiferente, se termina:
Y yo soy el día que pasa.

19.3.17

HACKER 2 (Mauro Morgan)

 A Ivan Rusch

No sana al corazón
de un código fuente
la arteria material
de una página:
no puede hacker o
curioso
buscar un bisturí
en sus herramientas.
A lo sumo provocar más
desangre

No se tiene que tapar
la raíz código de una web.
Sólo se expone
que puede colapsar
y que se detenga
el corazón, el dominio.
Pero nadie pensó
en el sangrado
porque nadie
con parches y códigos
de programación
es el hacker
anónimo.
4
si piensas en el qué
y no en el cómo
como si pensaras
al sistema informático
en viejos pedales
de la electrónica
verías que el qué
es cibernético
pero el cómo
es la espera
espesura
esplendor
de un humano
que adentro de una pantalla
puede habitarse.

Mauro Morgan

15.3.17

Cero por tres

Me lastimo por sol:
Y me ofendo por luna:
Suelen volar 22 veces las plumas:
Antes de posarse en la mano expectante:
Del enamorado infinito:
Que se come la tierra con los pies:

Si me lastima, lastima, lo dejo entrar:

Subo la calle donde hay sombras:
Entre las oscuridades puede uno:
El rayo y la lluvia pueden tomar el té:
Sentados nos miramos:
Tus ojos estaban sobre la mesa:
Se confundieron en el mantel:

Si me lastima, lastima, la dejo entrar:

Baja el día como una dama lisiada:
Triste me doy vuelta hacia mis días:
Ya no asustado, ya no enfermo:
Puedo abarcar todos los círculos:
Puedo llorar todas las mañanas:
¿Tus ojos no estaban entre mis días?:

Si me lastima, lastima, lo dejo salir:
Hacia donde los días no tienen números.

12.3.17

La eterna

Como círculos ajenos nos movemos:
Tratamos de encontrarnos en círculos:
Sobre círculos que giran en nosotros:
Y tus ojos de bestia, tus ojos verdes de invierno:
La resina que mantiene unidos tus huesos
me descircula los huesos y los entierra:
Con la cruz de tu boca cierras la tumba:
Cuando cierro la mente 
te abres tú, dijiste:
Dónde me abro si no hay cierre en mí:
Y tú de tan cerrada eres el cielo respirando:
Abierta y latiente:
Invisible y plumífera:
Soy tu septiembre final
y tú eres la última primavera:
Nos finalizamos para empezar a circular:
Otra vez:
Sin vernos con el cuerpo:
Circulamos en los tiempos del hacha y la locura:
En el tiempo de la rosa muerta:
Dando círculos nos cerramos para tocarnos las manos:
Y la tuya dibuja un círculo en mi pecho:
Y yo existo en el universo todo:
Expulsado de mí por el circular de tu ausente existencia.

10.3.17

asdf

Que las vidas valen un instante:
Un elefante comiéndose una flor:
Un batir de alas en la profundidad del agua:
Un aullido de pájaros enfermos:
O valen una eternidad:
Un cielo que rueda sobre sí mismo:
Una lágrima mientras cae al cielo:
Un ojo creciendo en la tierra:
Y que valen lo que valen:
El preludio al fuego:
La gravidez de una sangre:
El reloj contando las arenas:
O no valen nada:

Pero todo terminará por decirse
al saber que la vida es una palabra escrita
sobre el lomo de un invierno joven
en una tarde primaveral dormida
sobre su propio cuerpo sin nombre.

7.3.17

De noche, un perro

Una noche extraña:
Silencio como siempre pero para siempre:
Plateadas heces de luna en los caminos:
Cabezas de cerdo en las puertas:
Cerradas a cal y a canto:
Alguien cantaba, sí:
Caminé recordándote:
Cada huella mía era invisible:
Pero en tu cara mis huellas se marcaban:
Caminarías a mi lado si esta noche:
Si hubiera sido lo imposible:
Pero no caminas:
Y voy pisando una soledad profusa:
La noche es negra:
Mi garganta es negra:
Desde las sombras un perro me muerde:
Miro mi pierna que sangra:
Iba a insultar al perro o a matarlo:
Pero me arrodillé ante él:
Tu mordida, oh hermano, es mía:
De mi otra soledad sale tu rabia:
Ambos estamos solos esta noche:
Lame mi sangre triste:
Muerde la pierna que quiso pisar
el lado donde tu soledad era tuya. 

5.3.17

El guardián

No puedes contener la semilla que te sale
de los destinos saturados por dolor:
Pequeña uva de la nostalgia,
juegas con tus anillos de ira,
mientras una luz reposa en tus pelos:
Como tu guardián
me encomendaron hacerte entender
el amor de dios
en los fuegos que devoran tu carne:
en estos fuegos que se comen tu mundo:
Callada, apenas vives:
Tu padre fue asesinado por la madera:
a tu madre se la llevaron a rastra las cucarachas:
Tus hermanos mayores
mueren día a día en un silencio rocoso:
¿Y este pueblo de fanáticos y perros?
Donde te pudieras esconder
de las dentaduras que quieren tus piernas:
En el centro de la plaza mayor
una mujer da a luz mientras el gallo llora:
Tu frente está aplastada al cemento:
Tus pies aplastados en el cielo:
Mis alas apenas pueden cubrir
la totalidad de cierta tristeza:
Humana yaces entre las plumas gastadas:
Sin amor de dios ni platos calientes:
Y arrodillado junto a ti observo
tu silueta de escayola
tu posibilidad de trigo o estatua:
Ni padre ni madre se elevan
en el umbral de la puerta:
Sólo el horror se queda para que le rindas pleitesía:
Mi sombra te cubre, cálida,
pero apenas lo notas:
Mientras pones la mesa para la cena
un plato se cae sobre tu sombra blanca.

4.3.17

Una generación

Los dos hombres caminaban sobre una blanda superficie mientras el sol se ponía al final del mar. Uno de ellos bufó por lo bajo y se secó la frente con el dorso de la mano. El otro suspiró y giró la cabeza hacia la multitud de colores que pintaban el cielo.
¿Esto es todo?, preguntó uno casi sin pensar, y casi sin esperar respuesta. ¿Acá se vienen a morir los que terminaron de hablar?
Se supone, asintió el otro. Detrás de esas piedras se pueden ver los cadáveres. Dicen.
¿Dicen? ¿Quién puede decir, si quien viene no vuelve?
Rumores, leyendas, como quiera.
Se encogió de hombros ante la vaga respuesta. Volvió a secarse la frente. El sudor le pesaba.
¿Y por qué terminan ahí? Inevitablemente, digo. Siempre se puede volver y no morir.
Supongo, contestó el otro. Pero quién querría volver si ya no hay más que hablar.
No me va a decir que vivir es hablar, ¿no? No lo tenía por un...
¿Umh? ¿Un qué? Lo que sea. Esos son los hechos. No los puedo cambiar.
¿Le gustaría tener más cosas que decir?
Obviamente. Quisiera saber cómo decir que el sol es la ilusión de la noche en Piraha, por ejemplo.
Pero estaría diciendo lo mismo, sólo que en otro idioma. O sea, no diría nada más.
¿Sabe que el Piraha no tiene pronombres, colores, tiempos verbales, oraciones subordinadas, y sólo utiliza ocho consonantes y tres vocales?
No lo sabía, pero no tiene nada que ver.
Claro que sí. Para decir otra cosa debería concebir esa "cosa" como algo completamente diferente que se ajustara a las reglas del lenguaje. Ese mismo ejercicio solamente haría de la oración algo distinto.
Sigo sin creerlo.
Allá usted.
La caminata se hizo más densa, pesada, como si el cielo mismo estuviera arrojando su fofo cuerpo sobre ellos. El aire estaba lechoso, casi palpable. Una brisa inútil les acarició los rostros.
¿Y esas piedras qué tienen que ver con nada?, preguntó el que se seguia secando la frente.
Creo que se ha contestado solo, contestó el otro.
Hablo en serio.
Yo también.
¿Es por el miedo al silencio? Yo puedo estar en silencio si quiero, no decir ni mu. Y tampoco me importa si quien está a mi lado dice algo. Si ahora hablo es por los mosquitos. El zumbido me molesta.
Moscas.
¿Eh?
Moscas. Son moscas, no mosquitos. Por los cadáveres, ¿ve?
Ah.
Caminaron un trecho más. El sol caía, anclado a una noche negra. Un olor indefinible subió de pronto y los ahogó. Se repusieron.
¿Por qué la generación del 39 dijo que teníamos esperanza?, preguntó el que se secaba la frente. No entiendo.
Porque ellos tenían esperanza. Viendo esas nuevas tierras. Viendo esas nuevas estrellas. Quisieron contarle al mundo su visión del mundo, pero nadie les creyó. No podía ser posible. Sólo el cinismo reinaba en esos tiempos. No puede culpar a nadie, el mundo estaba loco.
No, no. De todas formas, que tan bella posibilidad acabara en una fosa común...
No tan común. Los que han dicho todo y los que han visto la verdad yacen ahí. No puede ser de otra forma. Los humanos no pueden soportar el silencio que sigue a saber lo que realmente es.
Creo tener miedo, o algo así. Pero no puedo dejar de caminar. Sé que no puedo.
Estamos iguales, mi amigo.
Llegaron a la fosa. Estaba descubierta. Un hedor imposible salía de la tierra rellena con cadáveres humanos. A los dos hombres se les cubrieron los ojos de lágrimas, y mantuvieron estoicamente su posición para no vomitar. Caminaron con cuidado entre y sobre los cuerpos, resbalando a veces por la sangre, o hundiendo un pie en la carne descompuesta. Pero trascendieron. Lograron encontrar un lugar despejado y se acomodaron allí, en posición fetal. El que se secaba el sudor constantemente quiso decir algo, pero lo ahogó el llanto. El otro parecía estar tranquilo. Hasta consoló con torpes caricias al que lloraba. La noche fue cubriéndolos lentamente. Y quisieron mirarse, pero no se encontraban los ojos en la oscuridad. Y qusieron decir algo, despedirse, saludarse, o decir alguna banalidad, pero ya no había nada más que decir.

20.2.17

Sandra Figueroa, un poema (2)

Entonces que esperabas
era de noche
y claxon antiguos melodiaban 
entre los árboles,
dije nada pensaba nada sin florecer.
Que esperas, querida, que es.

Luego de horas escritas, 
quise sobre el tiempo venidero
que venga así de fresco y simple
que me ayude a girar a gritar o entorpecer
que me deje soñar que no deje de soñar 
que no deje de hablar y de cantar que no dejara:

soleado corazón 
entre los árboles; 
testigo  
en nuestro tiempo testigo, 
luz y sombra, 
barro, día, testigo, actor, 
¿no gira la magia,   
entre calles empedradas,
como una música 
para los días venideros?

Quise un futuro,  
vital como ferrocarriles, 
que gire que curve, circunvale,
acompañe, acompañe, vida,
poesía; 
única verdad que poseemos.
 
Que avance 
sobre los días,
sin mas temor 
que la propia voz 
tan lejos y tan cerca.

19.2.17

Todos los que mataron a la poesía VII

(...)"¿Que es REAL?" preguntó el conejo un día, cuando estaban acostados uno junto al otro cerca de lo orilla del cuarto, antes de que Nana llegara a limpiar el cuarto. "¿Significa tener que tener un zumbido dentro y una manija hacia afuera?"
"Real no es como estás hecho" dijo Caballo de Tela. "Es una cosa que te sucede. Cuando un niño te ama por mucho tiempo, no sólo para jugar, sino que realmente te ama, entonces te haces Real."
"¿Y eso duele?", preguntó el conejo.
"Algunas veces", dijo Piel de Caballo de Tela, porque él era siempre sincero. "Cuando eres Real no te importa ser lastimado."
"¿Ocurrirá todo a la vez, como dar cuerda," preguntó, "¿o poco a poco?"
 "No sucede todo a la vez, dijo el Caballo de Tela. "Te conviertes. Tarda mucho tiempo. Es por eso que no suele sucederle a las personas débiles, o que tienen bordes afilados, o que deben mantenerse con mucho cuidado. Generalmente, para cuando eres Real, has perdido la mayor parte del cabello de tanto amor y tus ojos cuelgan y tienes las articulaciones flojas y estás muy gastado. Pero estas cosas no importan en absoluto, porque una vez que eres Real no puedes ser feo, excepto para la gente que no lo entiende."

Margery Williams, El conejo de pelucho O Cómo los juguetes se hacen realidad  (Fragmento)

No pierdan el tiempo acá

No pierdan el tiempo en este poema,
que nada les aportará:
Ni nuevo ni significante:
ni críptico ni directo:
Un simple balbuceo para mí:
Y aunque yo no exista,
existe el yo en la oración:
Alguien debajo de la cama:
Hubiera sido el niño asmático:
El adolescente golpeado:
El hombre del manicomio:
Pero soy
el indefinido sin grandes
particularidades:
Aunque puedo pretender, claro:
Pero a mi estómago doliente, quién:
A mi pánico, quién:
A mi muerte, quién:
Tantas ganas tengo
de hablar de mí mismo
que hasta creo que existo:
Así de egoísta
es mi yo cuántico:
Y pasa el tiempo entre los versos,
y el tiempo nada me dice,
ni yo le digo nada:
Nos quedamos mirando la hora del nacimiento,
callados y tomados de la mano,
miramos al mundo ponerse de rodillas
ante el sangrante dolor
de un amanecer blanco:
Perdido el tiempo
escribo sin respirar.

18.2.17

Y perdimos el cielo

Por no mirarnos
las fuentes entre las cicatrices
perdimos el cielo:
Por arrebatarnos
entre la gloria y fuera del ayuno
perdimos el cielo:
Por golpear
al padre y a la madre
perdimos el cielo:
Por manipular
los intestinos del reloj
perdimos el cielo:
Por no llorar
las vidas que nacían
perdimos el cielo:
Por enterrar
los celos en las dagas
perdimos el cielo:
Por desangrar
al mar inocente
perdimos el cielo:
Por entender
que no somos
perdimos el cielo:
Por ti, Señor,
al entregarte
nuestra virgen conciencia,
al doblar el espinazo
ante los trigos de tu indiferencia,
al parir
los bastardos
que fecundaste en nuestros vientres,
al besar
tus sucios pies sangrantes,
al digerir
tu carne insulsa,
al proteger
tus dientes de topacio,
al encomendar
los hilos frágiles
de nuestra tapicería carnívora:
Por ti, Señor,
por siempre y para siempre,
Señor,
por querer mirarte
sin contemplarte,
Señor,
por arrancarte los dientes
con los panes de nuestra grasa,
por tu envidia, Señor,
por tu saliva y tu semen,
por la manzana y el testículo,
por el arpa y los huracanes,
por saberte inmundamente
eterno:
Te dimos las manos
entre espasmos, Señor,
y perdimos el cielo. 

Elegido del Señor

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa:
Los dedos míos y los dedos huecos del mundo
se entierran como una pala
en esta tumba que tengo por pecho:
De mí nace el odio y la tristeza
que baña con leche hirviendo
los cuerpos de todos esos hermosos seres
ignorantes de mi pecaminosa existencia:
¿Cómo pueden ellos, Señor, amarme,
si de mí depende el dolor que sufren?
Salvaje historia, Señor, mi culpa,
mi condena moribunda,
mi existencia irredenta:
Cada centímetro de oscuridad
navegado en las bocas de los mares
se mide por cada milímetro
de mis tormentas:
Cada veneno en las muelas de la historia
fue derramado desde mi copa sedienta:
Mi vida es la vida de la cruz,
la cruz como una rueda
girando sin norte en mis moléculas:
¿Y cómo, Señor, puedo vivir de otra manera
si la razón de que exista la belleza
es mi abrumante fealdad?
¿Si el sentido de los horizontes morales
se debe al deseo de mis ojos malditos?
¿Si la justicia mantiene una balanza
porque mi furia se pesa en una de sus bandejas?
¿Si los monumentos pueden batir
la vara de Esculapio
porque mis espadas han cercenado a incontables?
Señor, consuélame en mis tribulaciones,
cúbreme, Señor, abrázame en esta hora
de duda, ámame, Señor, no me abandones,
guíame, Señor, en el valle de las tinieblas,
compréndeme, Señor, toma mis manos cansadas,
para que pueda yo
seguir siendo la sombra que no duerme,
cirniéndome sobre esta tierra y sus huesos
y se mantenga así
 en los corazones de los inocentes
la sed de luz eterna.

Sobre el vino, sobre la sangre

 "I love you more than the world can contain in it´s lonely and ramshackle head."

Sufjan Stevens, Jhon my beloved



Miro tus manos delicadas
agarrar el queso y el vino:
Pureza y dios jamás pudieron
protegerme como tu mirada:
Pero los que murieron en el calvario
me miran despectivos
desde su oscura bóveda azul:
¿Cómo ama a ese hombre
cicatrizado por los pecados?
Se me cae la servilleta
y se me cae una lágrima:
Amado mío, cuántos días,
cuántos vientos te sepultaron
bajo el polvo de Belén:
¿Y qué son los restos sino un suspiro?
Llevame a lo alto de tu alcoba,
a la cama sin gravedad
que se estaca en tu techo,
y dime lo que has de decir,
esas palabras a las que persigue la muerte:
¿Vas a quedarte todavía?
¿Vas a quedarte aunque coloquen
la piedra en la entrada?
¿Vas a besarme y hacerme el amor
aunque entierren tu esperanza
bajo el dolor de la cruz?
Tu padre nos observa indiferente,
estás dormido y gritas su nombre,
pero tu padre nos observa indiferente:
A ti te llevarán las horas
y quedará solamente la culpa
de tus heridas:
A mí me llevarán los segundos
y quedaré para siempre
lleno de pecado y angustia
mascando la hierba
que la esperanza no nos pudo arrebatar. 

16.2.17

Todos los que mataron a la poesía V

Ahora que he caído en tus brazos
Mi único amante:
Dalo todo para sucumbir
Busco la píldora que perdí

Arrástrame hasta el infierno
En el valle de The Dalles
Como mi madre
Proporciónale alas a una piedra
Es sólo la sombra de una cruz

Dormí de espaldas
A la sombra de la alondra de la pradera

Como un triunfador
Emborráchate para tener sexo
Doy una calada más cuando te vas

Clavaré esa estaca al centro de mi corazón
Vampiro solitario
Inalando su fuego:
Estoy persiguiendo al dragón demasiado lejos

Hay sangre en ese filo
Puta madre, me estoy desmoronando:
Mi asesino
Como Casper, el fantasma:

No hay sombra alguna a la sombra de la cruz

Sufjan Stevens, No shade in the shadow of the cross"


Sobre la canción, (del blog http://misletrasdispersas.blogspot.com.ar):


"Según interpretaciones, "No shade in the shadow of the cross" retrata el descenso de Sufjan Stevens hacia una conducta autodestructiva, a raíz de la muerte de su madre. Es por ello que a lo largo de la canción aparecen imágenes relacionadas con el abuso de medicamentos, drogas y sexo. Paradójicamente, para Sufjan era una vía para sentirse más cerca de su madre, quien sufrió también adicciones a lo largo de su vida, tal y como ha confesado el propio cantante.

*"Give out to give in": "give out" significa, en general, "dar", pero también "agotarse"; por su parte, "give in" tiene el sentido de "rendirse", "darse por vencido" o "sucumbir". Muy probablemente se trate de una metáfora para explicar la relación del cantante con las drogas o los antidepresivos, la búsqueda de la máxima intensidad, aunque también podría tener un sentido sexual y tratarse de un diálogo con otra persona.
*"in the valley of The Dalles": The Dalles es una población de Oregón, en EE.UU. (precisamente en Oregón, Sufjan Stevens pasó varios veranos de su infancia con su madre y su padrastro).  Parece ser que en este verso Sufjan establece un juego de palabras con "Valley of The Dolls", novela de la escritora norteamericana Jacqueline Susann sobre la adicción a los medicamentos.
*"meadowlark": "alondra de la pradera", o también "sabanero"; es el pájaro elegido como uno de los símbolos oficiales de Oregón (otra vez, pues, una referencia a la infancia vivida en Oregón).
*"get drunk to get laid": como en tantas otras canciones y al no existir sujeto en la oración, la dificultad de la traducción reside en adivinar si el autor está utilizando la primera persona del presente y ha prescindido adrede del "I" / "yo" ("como un triunfador, me emborracho para tener sexo") o si bien, como parece desprenderse del resto de la canción, volvemos a estar ante un imperativo ("emborráchate para tener sexo"). En cualquier caso, ya esté hablando de sí mismo o refiriéndose a un tercero, el verso redunda en la imagen de autodestrucción y búsqueda de la intensidad para hacer frente a la muerte de su madre.

*"I take one more hit when you depart": aunque en sentido general "to take a hit" significa "encajar un golpe", en slang tiene el sentido de consumir una droga inhalándola. Normalmente se emplea con "joint" ("porro"), pero también se puede aplicar a otras drogas fumadas, como la heroína.
*"I'm chasing the dragon too far": "perseguir al dragón" es una expresión slang para referirse a un método de fumar drogas, entre ellas la heroína. El cantante está llevando su adicción a las drogas "demasiado lejos".
*"There's no shade in the shadow of the cross": posiblemente, el verso más conmovedor de la canción, a la vez que un tanto críptico. Sufjan Stevens ha reconocido en varias ocasiones ser creyente. Sin embargo, en la canción parece no encontrar consuelo ante la muerte de su madre. De ahí que muchos interpreten que este último verso es un distanciamiento de Sufjan hacia la religión cristiana: la cruz de Cristo ya no guarece a quien se le acerca; no protege ni proporciona sombra o descanso.
Sin embargo, otra interpretación del mismo verso es que la cruz le protege de las "sombras", entendidas éstas como fantasmas del pasado. Su creencia en Dios, el estar bajo la cruz, le ayuda a superar la visión de la figura fantasmal de su madre (guardando, así, cierto sentido con el verso anterior del fantasma Casper)."

Los que mataron a la poesía IV

(...)Then- in my childhood, in the dawn
Of a most stormy life- was drawn
From every depth of good and ill
The mystery which binds me still:
From the torrent, or the fountain,
From the red cliff of the mountain,
From the sun that round me rolled
In its autumn tint of gold,
From the lightning in the sky
As it passed me flying by,
From the thunder and the storm,
And the cloud that took the form
(When the rest of Heaven was blue)
Of a demon in my view.




(...)Entonces -en mi niñez- en el amanecer
de una muy tempestuosa vida, se sacó
desde cada profundidad de lo bueno y lo malo
el misterio que todavía me ata:
desde el torrente o la fuente,
desde el rojo peñasco de la montaña,
desde el sol que alrededor de mí giraba
en su otoño teñido de oro,
desde el rayo en el cielo
que pasaba junto a mí volando,
desde el trueno y la tormenta,
y la nube que tomó la forma
(cuando el resto del Cielo era azul)
de un demonio ante mi vista.


Edgar Allan Poe, Alone (fragmento), 17 de marzo de 1829

15.2.17

La prórroga de la belleza

Sentada en la mecedora de mimbre,
con el tapiz infinito del tiempo entre sus tersas manos,
la belleza torna hacia mí sus grandes ojos violáceos:
En ellos puedo advertir el agujero que una lágrima,
 una lágrima sola,
abrió durante incontables soles muertos:

Alguna vez, hace muchos eones, 
te vi entrar soberano,
la alta frente orgullosa,
con la cabeza de Morc en una mano
y el enamorado cuerpo de Brighid
doblado sobre tus hombros:
Tu espada brillaba más que la misma Orna
y tu semblante hubiera arrebatado a Deva
de la mismísima marea:
Mas ahora, oh, veo que a tus pasos
les sigue una sombra casi muerta,
tus ojos son tristes como los enfermos geranios,
la piel tuya se pliega de dolor:
 Tus grises cabellos caen hacia y desde
la nostalgia:
Las labores que ahora realizas
te agotan tanto que tomaste como únicas amantes 
a la noche y a la cama:
Temes al paso dado y al paso que tienes delante:
Tu honor, si es que aún lo conservas,
depende del humor estacional,
de las flores salvajes:
La mirada esa que ansiaba la locura del horizonte
mira ahora las manecillas de un reloj viejo,
esperando la sonrisa aprobatoria del tiempo
para abrazar por fin a la muerte:
¿Por qué esta visión tuya me atormenta ahora,
antiguo amado, soberano?
¿Por qué depositas a mis pies tus lágrimas
y no la brillante espada que temblaba de sangre?
¿Por qué debo consolarte en mi regazo
y acariciar tu rala cabellera
y oler tu profundo aliento amargo
en lugar de admirar la gloria de tus manos?
¿Por qué del silencio has hecho tu ofrenda
cuando antaño tu risa era mejor canción que el Gentraiges,
y más armoniosa que la propia Uaithne?
¿Qué te ha expulsado de tu propia historia,
señor de las tormentas y la ciencia?
Esta lágrima que excava sin fin en mis ojos,
¿te alcanzará alguna vez?
¿Te alcanzará en la era de tu exultante grito 
o en la era de tu solapada honra?
Quién eras y quién eres, señor, 
interrogante será, implacable,
mi tribulación,
hasta que los hilos del tapiz
se aflojen y caigan entre mis manos arrugadas,
mis viejos dedos de anciana:
Y cuando los días se asienten sobre las noches
puedas quizá regresar a responderme,
y coronar mi inválido cuerpo
con la verdad florecida en tu boca.

Y la belleza se quedó inmóvil,
probablemente esperándome
hasta el fin de las horas,
meciendo sin ruido la silla de mimbre,
tejiendo con vana esperanza en el tapiz del tiempo
el triunfante regreso de mi recuerdo,
el glorioso triunfo de mi olvido.


14.2.17

Cuando no se sabe qué escribir uno intenta con la poesía

En el camino a no sé dónde
perdí el lenguaje:
No sólo había perdido mi destino
sino también las palabras
para preguntar el camino:

Un lugar siempre espera,
no es inestable como el ser humano:
Pero si perdí su nombre
si no puedo recordarlo,
puede que no haya tal lugar:

Sólo el miedo respira
en la punta de los ojos:
Mi existencia sin nombre
tampoco existe sin su bautismo,
y soy un grito en el miedo:

El círculo se cierra
y recuerdo
que no iba a ninguna parte,
ni tenía palabra que decir,
que sólo hubo y habrá miedo,
y que vivo para abrir y cerrar
un círculo.

13.2.17

Corregir es crear el error

Si en infinitas posibilidades
de un lenguaje imposible
de contener
por abstracto o rebelde
un don o doña
nadie o ninguno
le pide a usted escritor
que sucumba a la tentación
de mejorar su huerto gramatical
su cosecha de metáforas
debería usted renegar
de la misma existencia
ya del otro
ya del yo
ya del posible tercero o séptimo
que le quedará como hijo moldeado
si pluma sobre pluma
cede usted a la insultante tarea
de decirle a una inocente palabra
que se equivocó de lugar
que allí no pertenece
que su patria está más allá
o no está por descastada
que un otro
habla del buen escribir
como si catando vinos estuviera
o buscando a dios estuviera
este señor o señora o sombra
esclavo directo del círculo verbal
que como dragón se dobla
y se come la cola
y le quiere dejar entre las manos
preciosista detalle
cuadrado poema
redondas palabras
como buscando a dios en la leche
de la página blanca

un medioterreno cerrado
un desespero ante la preciosidad del caos

un mero humano asustado
 ante el bello error de crear.

Acta est fabula

Vi a la niña del sagrado silencio
ser escupida hacia el desierto:
Vi la saliva seca de la niña sagrada
ser escupida hacia el desierto:
Y dios me ordenó rezar:

Por las tardes melladas de vínculos pristinos
me ordenó rezar:
por los juramentos enfebrecidos del norte
me ordenó rezar:

A las matronas rosadas que preparaban el harina
me ordenó rezar:
A los grillos que invadían el atardecer
me ordenó rezar:

Con grilletes en los tobillos de mi nombre
me ordenó rezar:
Con la división del silencio en un espejo
me ordenó rezar:

Sobre la coagulada sangre de los cerdos
me ordenó rezar:
Sobre el inmóvil suelo regado de uñas
me ordenó rezar:

Entre las bromelias del matorral xerófilo
me ordenó rezar:
Entre el sarro de dientes carnívoros
me ordenó rezar:

Sin hermanos en la comida del invierno
me ordenó rezar:
Sin brazos en el abrazo del vacío
me ordenó rezar:

Desde las tripas recogidas por el amor
me ordenó rezar:
Desde los barcoluengos hundidos en la fantasía
me ordenó rezar:

Cuando los cuerpos se amontonaron sin Septiembre,
indeseados en las bocas penitentes del sol roído,
me pidió silencio:
Sin preguntar, sin desdoblar las rodillas,
me dejé caer en la indiferencia universal:

En el desierto la niña ya es mujer
y da a luz a dos hermanos que habrán de finalizarse
el uno al otro en acto sagrado:
Los pueblos en los bajos de las montañas
preparan las palanganas que recogerán
la sangre caliente de los herederos fratricidas
y trazan una cruz con ceniza
en las frentes de los recién nacidos:

Un solo gallo basta para abarcar tanto canto,
tanto amanecer,
tanta tragedia.

30.1.17

Y el sol era otro

"Ganes o pierdas, consigas proteger algo o no, las vidas no tienen sentido, por mucho que intentes endulzarlo, sólo quedan cadáveres y pecados. Pero vivir es lo único que queda al estar vivo. Así que mantengan junta su alma. Revuelvan su vida. ¡Sujetétense! ¡Escupan! ¡Arañen! ¡Muerdan! ¡Es mucho mejor ensuciarte mientras vives bajo tus propias creencias, que olvidarte de ti mismo y morir limpio!"


Sakata Gintoki


El joven mira un fuego encerrado que baila sobre la tumba de sus enemigos:
El fuego mira a un joven encerrado que llora sobre su propia tumba:
Un sol bajo la mirada de Marte:
Un río sobre los labios de la sangre:
Círculos de piedra y alquimia, laberintos de jazz y candombe:
Quieto el dolor entre simulacros de ausencia,
quieta la vida entre muros de viento:
Una vela extendida sin luz en la estampa del suspiro:
Nadie a quien recitar cuentos de magos y dragones,
porque de los cuentos han escapado las líneas mismas,
y esas líneas delimitan al mundo, 
le dan forma de rosa excelsa,
de feto gauchesco:

El color se revela desde el centro de la nueva tierra
y el joven mira un fuego encerrado que baila sobre la tumba de sus enemigos:
y el fuego mira a un joven encerrado que no puede llorar ni tiene tumba:

Sólo el fuego le pertenece. 







21.1.17

Desconocimiento de la materia

Soy un escritor muerto:
Un hijo muerto:
Un amigo muerto:
Un novio muerto:
Un padre muerto:
Una madre muerta:
Un hermano muerto:
Una hermana muerta:
Un tío muerto:
Una madrina muerta:
Un perro muerto:
Una estrella muerta:
Una idea muerta:
Un amor muerto:
Una esperanza muerta:
Una razón muerta:
Un dios muerto:
Un árbol muerto:

La materia no se crea ni se destruye,
sólo se transforma:
Soy el lenguaje que desconoce la materia:
El peso muerto de un soñador muerto,
que cava su salida de la tumba
en contra de la gravedad física,
siquiera lógica:
Soy la vida dada por el dolor de quien lee,
y la muerte dada por el dolor de quien escribe:
El agobio de todos los años
que muriendo creí vivir:

Soy un poema muerto.

18.1.17

Ravage

Lamento comprender tan tarde
que el ruido para algunos es música para otros:
A medida que pasan los años
estas preguntas van haciéndose corpóreas:
¿Te estás haciendo más fuerte
o el tiempo se está debilitando?
¿Eres más débil
o la marea ha subido?
¿Cuántos dedos has perdido
contando estrellas muertas?
¿Dónde se esconde la gran madre,
aquella cuya leche se ha agriado
por las respuestas que han mordido sus tetas?
¿Dónde fue el caballo cojo
al que le quitaron las anteojeras
y murió por no entender la libertad
en sus 32 grados de visión?
¿Lo que conocemos de corazón,
al carecer de los cinco sentidos,
es una esperanza vana?
¿Siempre fuimos lo que pensamos
mientras miramos a aquel
que llora en el espejo?
¿Alguna vez lloramos? ¿De verdad lloramos?
¿El reflejo es sólo una idea
o lo reflejado es la fantasía?
¿Cuántas preguntas debemos hacer
hasta poder abrir la pequeña puerta
por donde no pasa quien responde?
¿Entiendes las preguntas?
¿Lo que lees está escrito
o es esta una hoja en blanco
que llenaste con tus dudas? 

15.1.17

Ser y disonancia

 "Every blade of glass 
bears our mark (...)
And beauty there echoes
the speck of our souls."


Ryan O'Neal, Bad Blood


Recuerdas a tu padre hablando de su muerte:
Quebrándose en pequeñas lágrimas que te hacían su tierra de cosecha:
De qué, y no lo recuerdas:
Sin embargo, sabes que eres la semilla de una generación oscura,
de una dinastía condenada:

En medio del ruido moderno, tus muertos te distorsionan el alma:
Y entre la música de los hombres eres disonancia:
Una magistral obra que suena en algún bar en ruinas,
un error necesario en la frecuencia fundamental del orden,
inarmonía que no cesa de extenderse
hacia los horizontes donde la música no puede oírse siquiera.

2.1.17

El invierno viene como un grito

Escribo en círculos, existo en círculos:
Voy a donde quiera el mundo menos yo:
Afrento la verdad de la espada y el ahogamiento de la hojarasca:
A costa de mi hueso, me hago a un lado de mí:
Me observo desde la lágrima que se rompe
contra un suelo que se rompe
contra mi cuerpo que se rompe:
Preciosos metales entre las vértebras de mi boca,
duras piedras en el agua que sube del pecho:
Mis finales son incontables, como lo son mis inicios:
Los recuerdo a todos y a cada uno,
pasando leve la mano sobre la hierba de mi existencia:
Todo este valor que tienen los meses,
todo este brillo que tiene un segundo,
se detiene, todo, para verme regresando:
Donde duele la rosa, donde se cierra el vicio:

Nadie puede desarmar este invierno
que espera viniendo dulce entre penas
rumiando la muerte del tigre y la caída de la tierra.